Instrumentum mensis Februarii pro lectura Magisterii Summi Pontificis Benedicti XVI pro evangelizatione in terris missionum

sábado, 15 marzo 2008

El 1 de febrero, durante la habitual visita anual al Seminario Romano Mayor Pontificio con motivo de la fiesta de la Virgen de la Confianza, patrona del seminario, Benedicto XVI recordó que quien está llamado al sacerdocio debe responder, de modo particular, a la vocación a la santidad: “La santidad es el secreto del éxito verdadero de vuestro ministerio sacerdotal. Desde ahora la santidad debe ser el objetivo de cada decisión y elección que toméis”.
La santa misa celebrada el 6 de febrero, miércoles de ceniza, en la Basílica de Santa Sabina en el Aventino con motivo de la primera estación cuaresmal, permitió al Sumo Pontífice recordar la importancia de la oración en la vida del cristiano: “La oración alimenta la esperanza, porque no existe nada más que la oración con fe que exprima la realidad de Dios en nuestra vida”. Al día siguiente Benedicto XVI se encontró con los párrocos y el clero de la diócesis de Roma y afrontó temas variados en un amplio debate con sus interlocutores. El 9 febrero, en la audiencia a los participantes del Congreso internacional "Mujer y hombre: el humanum en su totalidad", el Santo Padre señaló que la unidad dual del hombre y de la mujer se funda sobre la dignidad de cada persona, “creada a imagen y semejanza de Dios, el cual ‘hombre y mujer los creó’”.Del 11 al 16 de febrero Benedicto XVI participó en los Ejercicios Espirituales para la Curia Romana predicada por el Cardenal Albert Vanhoye.
En la audiencia con los miembros del Consejo para las Relaciones entre la Congregación para los Institutos de vida consagrada y las Sociedades de vida apostólica y las Uniones Internacionales de los Superiores y Superiora Generales (USG y UISG), el Papa se recalcó el hecho de que “son ricos en vocaciones aquellos Institutos que han conservado o han elegido una forma de vida, muchas veces muy austero, pero siempre fiel al evangelio visto como ‘sine glossa’”.
El 21 de febrero, en la Audiencia con los participantes al Capitulo General de la Compañía de Jesús, Benedicto XVI exhortó a los hijos de San Ignacio a renovar el “ímpetu y el fervor” con el cual el Espíritu suscitó a la Compañía en la Iglesia. El día 23, en la Plaza de San Pedro, el Santo Padre entregó oficialmente su carta a la Diócesis de Roma sobre “La Tarea Urgente de la educación”. Al día siguiente, domingo 24 de febrero, hizo una visita pastoral a la parroquia romana de Santa Maria Liberadora, en ocasión del centenario de su consagración. De gran importancia actual fue la audiencia con los participantes del Congreso convocado por la Pontificia Academia para la Vida bajo el lema “Junto al enfermo incurable y al moribundo: orientaciones éticas y operativas”, en la cual el Santo Padre invitó a realizar un esfuerzo conjunto que “debe buscar el que todos puedan no solamente vivir digna y responsablemente, sino que también atravesar el momento de la prueba y de la muerte bajo las mejores condiciones de fraternidad y solidariedad”.
Durante sus saludos en los Ángelus dominicales de este mes de febrero, el Santo Padre lanzó varios llamamientos por distintas naciones que viven bajo una situación de violencia o han sido golpeadas por desastres naturales: Kenya, Irak, Colombia, Líbano, Ecuador.


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