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Roma (Agencia Fides) - La única Prelatura personal de la Iglesia católica cumple 25 años. El Opus
Dei actualmente presente en 61 países en el mundo con más de 85.000 fieles, fue fundada en 1928 por el sacerdote español Josemarìa Escrivà, muerto en 1975, y canonizado en el 2002 por el Papa Juan Pablo II. El status de prelatura personal de la Iglesia católica entró en el ordenamiento canónico después del Concilio Vaticano II; el Opus Dei, - la "obra de Dios" - adquirió este status por la Constitución canónico denominado 'Ut sit', de noviembre de 1982.
La creación de la Prelatura y su sentido, su historia y la misión que realiza, el servicio a la Iglesia universal y los pasos que han llevado a la configuración jurídica y al reconocimiento civil del Opus Dei, han sido los puntos centrales de una Jornada de estudio realizada en el Aula Magna de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma, el 10 de marzo.
En la intervención del Gran Canciller de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz y Prelado del Opus Dei, Su Exc.Mons. Javier Echevarrià, ha recorrido la historia de la Prelatura, desde las intuiciones de su Fundador hasta el reconocimiento pontificio. "Después de años de oración, San Josemarìa recibió la iluminación de toda la obra": intuyó, es decir, que se haría lo que Señor le pedía. Ya en los años siguientes a 1928, en una época de grande división y laceraciones entre vida civil e Iglesia, San Josemarìa se sintió llamado a la creación de una institución de cristianos corrientes, convencido de que, como ha recordado el Gran Canciller, "la fe puede y debe mover desde dentro la experiencia humana". Desde los inicios, por lo tanto, una característica esencial de la actual Prelatura fue dirigir a todos los cristianos comunes, de toda clase social y profesión, para conducirlos a la santificación en el trabajo y en la vida ordinaria. En este sentido, tantos en los albores como hoy, la misión del Opus Dei se puede resumir en la formación de los fieles de la Prelatura, para que todos puedan desarrollar la actividad apostólica, en el lugar geográfico y en la realidad eclesial en la que se encuentran.
En 1941 llegó para el Opus Dei la aprobación diocesana del Obispo de Madrid, en 1947 la de la Santa Sede; la aprobación definitiva, del Papa Pío XII, es de 1950. En vísperas del Concilio Vaticano II, el Fundador inició un largo recorrido para que se diera vida a una configuración jurídica que comprendiera el Opus Dei. "Se ha echado una semilla, y antes o después fructificará": estas son las palabras de San Josemarìa, que murió el 26 de junio de 1975, antes de ver los frutos esperados, por los que Mons. Echevarrià y todo el Opus Dei, renuevan una vez más su reconocimiento a Juan Pablo II, el Papa que realizó el deseo del fundador.
La intervención en la Jornada de estudio del Card. Julián Herranz sobre los trabajos preparatorios al 'Ut sit', ha subrayado como esta Constitución canónica siempre ha dado "justa forma a un carisma ejercido siempre en delicada comunión con la autoridad eclesiástica". Una sorprendente armonía entre carisma y normas, entre libertad y derecho, deseada también por Benedicto XVI en la alocución para el encuentro en la universidad La Sapienza: "(… en la Jurisprudencia) se trata de dar forma a la libertad humana que es siempre libertad en la comunión recíproca: el derecho es el presupuesto a la libertad, no su antagonista".
"Estoy agradecido a la Prelatura por el gran servicio que realiza en la Iglesia de Roma, y en otros lugares". Este el incipit de una breve pero intensa contribución en la Jornada, del Card. Camillo Ruini, Vicario general de Su Santidad para la Diócesis de Roma. La Prelatura comparte la misión confiada a los Obispos, basada en la pedagogía de la santidad; la misión de la Iglesia es la santidad. La acción viva del Opus Dei, según el Cardenal Vicario, es "un servicio que se realiza naturalmente dentro de las diócesis", cuyos frutos de santidad y vida apostólica son disponibles para todos. (P.C) (Agencia Fides 11/3/2008; Líneas: 47 Palabras: 780)
