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Wellington (Agencia Fides) - La distancia enorme del Océano Índico está siendo colmada gracias al impulso de solidariedad que implica tanto a sacerdotes, religiosos, laicos y benefactores: en Nueva Zelanda los agentes y voluntarios de Caritas se están movilizando para ayudar a la población africana que pasan por momentos de particular dificultad en el campo social, político y económico.
El lazo que une a los dos continentes, Oceanía y África, ha involucrado en los últimos tiempos países como Zimbabwe y Kenya. Caritas Nueva Zelanda recolectó y asignó una primera cuota de 50 mil dólares a favor de los habitantes de la ciudad de Bulawayo, en Zimbabwe, donde la falta de agua y asistencia médica ha puesto en riesgo la vida de miles de personas mientras el país se ve paralizado por una crisis política y económica de altísimos costos humanos. En Bulawayo, la segunda ciudad del país, la falta de agua obliga a la población “a buscar y sacar agua de fuentes no controladas o no protegidas con un altísimo riesgo de difusión de infecciones o epidemias” afirmó Mike Smith, Director de Caritas NZ.
El problema del agua en la ciudad tiene más de 15 años a causa de las numerosas sequías que han golpeado el territorio y dañado la economía local.
“Por culpa de la difícil situación política —añadió Smith— creemos que en este momento una ayuda a breve plazo con agua y asistencia médica es la más eficaz y necesaria, pues está dirigida a la gente más necesitada”.
Caritas ha dispuesto la construcción de depósitos y de cisternas de agua para uso doméstico y de barrio al mismo tiempo que lleva adelante seminarios de formación gratuita para la población sobre temas de higiene y sanidad, para responsabilizar a los habitantes de 28 comunidades urbanas.
El trabajo está siendo llevado adelante en colaboración con organizaciones locales como la CADEC (“Catholic Development Commission”) de Bulawayo y con el “Catholic Relief Service” que vendría a ser el equivalente de Caritas en Estados Unidos.
Caritas Nueva Zelanda está también llevando a cabo un proyecto a favor de los niños y de las familias víctimas de la violencia post-electoral que remeció Kenya. El proyecto se realizará en la comunidad parroquial de Chiga, en una zona al Sur de Kisumu (Kenya occidental), donde la violencia ha dejado profundas heridas. Caritas colaborará con el trabajo de la parroquia a favor de los niños que han perdido a sus padres o que sufren de Sida y con las familias que han quedado en la miseria.
El P. Maurice Awiti, párroco en Chiga, nos cuenta: “es urgente en la parroquia poder contar con bienes de primera necesidad como alimentos, ropa y medicinas ya que muchas familias ha perdido todo como consecuencia de la violencia. Muchas actividades comerciales, negocios y tiendas han sido destruidos y la gente ha perdido la posibilidad de sustentamiento. También los servicios médicos han sido gravemente afectados, la posta médica de la parroquia corre el riesgo de cerrar por falta de medicinas. La tensión ética sigue alta y la asistencia humanitaria es sumamente necesaria”.
Caritas Nueva Zelanda ayudará a la parroquia a responder a todas estas necesidades. (PA) (Agencia Fides 10/3/2008 líneas 40 palabras 536)
