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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – En el curso del Convenio de estudios sobre el cine espiritual “Cristo en el cine. Un canon cinematográfico” organizado por el Ente del Espectáculo bajo el patrocinio del Pontifico Consejo de la Cultura y el Pontificio Consejo de las comunicaciones Sociales hemos entrevistado al Presidente del Ente del Espectáculo Andrea Piersanti.
Don Piersanti, ¿Cuáles son los objetivos de este Convenio?
Hablar de Cristo en el cine es un poco como hablar de la madre de todos los escándalos, Cada vez que el mundo de la Iglesia ha tenido algo que decir con respecto al cine ha sido cuando el cine ha afrontado la vida y la pasión de Jesús. Mezo organizado un Convenio sobre este argumento para intentar establecer algunos principios culturales de referencia. El primero es que la historia de Cristo en el cine es paralela a la historia del cine mismo porque el cine comenzó hablando de la pasión de Jesús. El primer film de ficción realizado por los Hermanos Lumieres era sobre la pasión de Jesús y hoy llegamos al 2003 con la pasión producida por Mel Gibson, uno de los autores más cotizados del mercado mundial. El segundo principio es que es posible discutir de este argumento porque cada vez que el cine habla de Cristo hace teología, como ha dicho el cardenal Paul Poupard, Presidente del Pontifico Consejo para la Cultura. No discutirlo, no analizarlo, no hacerlo argumento de interés y de reflexión en la Universidad Pontifica Urbaniana sería un error. Esta es nuestra propuesta, nuestra provocación cultural aquí. El tercer punto es que estamos convencidos de que el mundo católico puede hacer un servicio al cine porque el cine necesita reflexionar de forma más profunda en la investigación de la espiritualidad dentro del propio oficio, dentro de la propia historia, de las historias que se cuentan, Solo cuando el cine cuenta la historia de un hombre en su plenitud y por tanto, habla del hombre también desde el punto de vista espiritual, consigue llegar al corazón del público. Dividir la historia del hombre en sectores, la vida del hombre económico, la vida del hombre sexual etc... no tiene sentido. Sólo el hombre en su plenitud consigue interesar al público de todo el mundo y solo cuando el cine cuenta este tipo de historia tiene éxito. Por ello, esperamos poder ayudarlo.
Cien años de cine con una producción notable de películas ligadas a la figura de Jesús. ¿por qué es importante el rostro de Cristo en el cine?
Yo he quedado muy impresionado de las palabras del Cardenal Poupard. El dice que la fascinación que ejerce Jesús sobre los hombres es no solo eterna sino de algún modo incensurable. Hay una verdad profunda desde este punto de vista. Jesús continua, a dos mil años de distancia, enamorando a los hombres y como los directores cinematográficos son hombres, también ellos se enamoran de Jesús. (AP) (Agencia Fides 2/12/2003 Líneas: 38 Palabras: 501)
