AMERICA/GUATEMALA - EN LA JORNADA DE OCEANÍA EL CONGRESO MISIONERO AMERICANO (CAM 2) ANALIZA LOS DESAFÍOS DE LA MISIÓN Y REFLEXIONAR SOBRE LO QUE SIGNIFICA SER MISIONERO HOY - ENCUENTRO DEL CARD. SEPE CON LOS ANCIANOS Y ENFERMOS: “EN VUESTRA DEBILIDAD, SOIS UN MANANTIAL DE VIGOR Y DE VIDA PARA LA IGLESIA Y PARA LA HUMANIDAD”.

sábado, 29 noviembre 2003

Ciudad de Guatemala (Agencia Fides) – En la jornada dedicada al continente de Oceanía, el viernes 28 de noviembre, el Congreso Misionero Americano recordó también los 160 años de la fundación de la Obra Pontificia de la Infancia Misionera, como nos refiere el corresponsal de la Agencia Fides el P. Víctor Livori. En la oración de la mañana se proclamó un pasaje evangélico en lengua Sutui, idioma indígena de los países de Oceanía. Un grupo de niños de la Infancia Misionera entregaron después al Card. Sepe y a los otros Cardenales y Obispos presentes, el pañuelo distintiva de esta Obra. Al término de la oración centenares de niños distribuyeron a todos lo congresistas el Rosario Misionero como compromiso de oración mariana y misionera.
A la vez en el Congreso se desarrollaban los trabajos del Encuentro de los niños y jóvenes de la Pontificia Obra de la Infancia Misionera en la que participaron 280 niños de diversos países americanos. La finalidad era la animación e integración de los niños de diversas culturas para coordinar las actividades misioneras a nivel del continente americano. La niña Eliana Solagle Greco de Argentina dijo a Fides que se sentía muy feliz de participar en el encuentro “porque con el bautismo todos somos misioneros y debemos hacer conocer a Jesús a los niños que todavía no le conocen”.
Los trabajos del CAM 2 preveían una relación presentada por el Obispo de Saint-Hyacinthe (Canadá) Mons. Francois Lapierre sobre la misión y los desafíos del mundo actual. Un desafío para la evangelización lo constituye la mundialización y la globalización que intentan transformar todo en comercio o en dinero, haciendo que en nuestro mundo los ricos se hagan cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres, dijo el Obispo de Saint-Hyacinthe. Después cito otros desafíos como: la deuda externa “que mata.... mientras pedimos vivir”; el desempleo y la migración de personas de países del sur van al norte (“antes se decía que la religión era el opio del pueblo, hoy por contrario el opio la religión del pueblo).Como conclusión el Obispo señaló que los diversos problemas no se pueden resolver ciertamente si los miramos con una mentalidad cerrada. Es pues un desafío para crear espacios de dialogo y de comunicación entre las Iglesias de América del Norte y del Sur y de este modo consolidar las relaciones.
La segunda conferencia “Ser misioneros ad gentes en el siglo XXI” fue presentada por Mons. Victorino Girardi, Obispo de Tiralán (Costa Rica). El prelado quiso ante todo subrayar que la Misión ad gentes no es sinónimo de apostolado: la Misión ad gentes es todavía un problema no resuelto en América Latina, “hemos recibido muchos misioneros que han dado todo por anunciar el Evangelio en estas tierras pero todavía no hemos respondido con generosidad desde nuestra pobreza”. Según el Obispo un ámbito que esta todavía por evangelizar hoy es el mundo de la política y a los políticos para crear así un orden económico más justo y humano.
Al termino de la relación el Card. Sepe, intervino para leer un trozo de una carta, del que no se dio a conocer el autor, en la que pide a los congresistas encarecidamente su generosidad para ir a tierra de misión (cinco parroquias de una diócesis han sido abandonadas).
Por la tarde, mientras los Congresistas proseguían los trabajos en los grupos temáticos, en el Santuario Eucarístico tuvo lugar el encuentro del Enviado Especial del Santo Padre, el Card. Creszencio Sepe, con los ancianos y enfermos que ofrecen sus sufrimientos por la misión. “Estoy seguro que recogeré de ustedes un tesoro precioso, una gran esperanza para la evangelización del mundo. Ustedes ofrecen su sufrimiento a las misiones,¡qué maravillosa riqueza!, ¡qué gran tesoro espiritual para las misiones!” dijo el Cardenal Sepe. Hablando de los dos Patrones de las misiones San Francisco Javier y Santa Teresa de Lisieux, el Card. Sepe señaló como algunos misioneros siguen las huellas de San Francisco Javier pero muchos otros “pueden tener el privilegio de seguir los de Santa Teresita, pues, por numerosas razones, no pueden llevar el Evangelio físicamente a otros pueblos y culturas.” “La Iglesia espera de ustedes, hermanos y hermanas que sufrís, el gran testimonio de la fe – dijo el Cardenal. En ustedes la Iglesia misionera encuentra la fuerza para difundir y realizar la salvación que Cristo, con su muerte y su resurrección, ha obtenido para todos los hombres y mujeres del mundo. Ustedes, en su debilidad, son un manantial de vigor y de vida para la Iglesia y para la humanidad”.


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