AFRICA/CAMERÚN - La violencia en la que han degenerado las protestas por el alza de los precios han causado ya 17 muertos

jueves, 28 febrero 2008

Yaundé (Agencia Fides) - Las protestas por el encarecimiento del combustible iniciadas en Doula, capital económica de Camerún, se han extendido a la capital política, Yaundé, en la que los enfrentamientos entre los manifestantes y la policía han causado ya al menos 17 muertos.
Para reestablecer el orden, el ejército nacional ha desplegado militares en las calles de Yaundé, garantizando seguridad a las estaciones de gasolina que fueron asaltadas por bandas de vándalos en los días pasados. En la capital reina en estos momentos una precaria calma.
La protesta tiene además fuertes connotaciones políticas (ver Fides 26/2/2008) como lo ha admitido el mismo Presidente Paul Biya, en una intervención televisiva, en la que afirmó que “para algunos, el objetivo es obtener con la violencia lo que no se ha logrado obtener por medios de las urnas”, y denunció a “los aprendices de brujo que desde la sombra manipulan a los jóvenes”. El Presidente Biya está en el poder desde 1982; su reelección en el 2004 fue fuertemente criticada por la oposición, que se opone en particular al tentativo del Jefe de Estado de modificar la Constitución para poder permanecer en el poder hasta el 2011.
Al inicio de la semana, para protestar contra el aumento de los precios del combustible los sindicatos de transportistas y de los taxis colectivos habían decretado huelga en todo el país. En Douala y en otras ciudades del oeste del país, sin embargo, la protesta degeneró rápidamente en grupos de jóvenes que bajaban por las calles organizando puestos de bloqueo con fuego y dándose a los saqueos y a la violencia. Algunos negocios administrados por inmigrantes chinos están entre los más afectados. Luego, la violencia se extendió a la capital política, obligando a los sindicatos a suspender la huelga y lanzar un llamado a la calma. A la voz de éstos se ha unido la del Cardenal Christian Tumi, Arzobispo de Douala, que ha pedido a todos poner fin a la violencia.
El país se pregunta si la combinación de “protesta social” con “protesta política” ponga a Camerún en riesgo de terminar en una crisis al estilo keniano. Algunos observadores hacen notar que en Camerún, donde las etnias son numerosas, a diferencia de Kenya, no hay un grupo étnico en particular que domine a los otros. Otros afirman, sin embargo, que el fuerte crecimiento de la ciudad en los últimos años ha creado una situación sumamente peligrosa en las zonas periféricas, en las que se percibe una fuerte frustración de la gente por la poca ayuda o solidaridad de que son objeto, lo que genera en violencia autodestructiva.
El país, además, está dividido entre un área francófona contrapuesta al área anglófona: una contraposición que en el pasado ya creo tensiones a nivel nacional. (L.M.) (Agencia Fides 28/2/2008; líneas 33, palabras 478)


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