VATICANO - Mensaje de Benedicto XVI para la Jornada de las Comunicaciones Sociales: " también en el sector de la comunicación social están en juego dimensiones constitutivas del ser humano y su verdad”

viernes, 25 enero 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “No existe ámbito de la experiencia humana -más aún si consideramos el amplio fenómeno de la globalización- en el que los medios no se hayan convertido en parte constitutiva de las relaciones interpersonales y de los procesos sociales, económicos, políticos y religiosos” subraya el Papa Benedicto XVI en su Mensaje para la 42 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales que se celebrará el 4 de mayo de 2008, Solemnidad de la Ascensión del Señor, o en otra fecha establecida por las Conferencias Episcopales. El tema elegido por el Santo Padre es "Los medios de comunicación social: en la encrucijada entre protagonismo y servicio. Buscar la Verdad para compartirla”.
En el Mensaje se constata que "gracias a una vertiginosa evolución tecnológica, estos medios han logrado potencialidades extraordinarias, lo cual plantea al mismo tiempo nuevos e inéditos interrogantes". Entre los elementos positivos el Papa indica la aportación de los medios de comunicación a la circulación de las noticias, al conocimiento de los hechos y a la difusión del saber, la contribuido a la alfabetización y a la socialización, al desarrollo de la democracia y el diálogo entre los pueblos. "Los medios en su conjunto no solamente son medios para la difusión de las ideas, sino que pueden y deben ser también instrumentos al servicio de un mundo más justo y solidario" afirma Benedicto XVI, señalando por desgracia, el riesgo de que estos se transformen "en sistemas dedicados a someter al hombre a lógicas dictadas por los intereses dominantes del momento". El Papa precisa: "Éste es el caso de una comunicación usada para fines ideológicos o para la venta de bienes de consumo mediante una publicidad obsesiva. Con el pretexto de representar la realidad, se tiende de hecho a legitimar e imponer modelos distorsionados de vida personal, familiar o social. Además, para ampliar la audiencia, la llamada audience, a veces no se duda en recurrir a la trasgresión, la vulgaridad y la violencia. Puede suceder también que a través de los medios se propongan y sostengan modelos de desarrollo que, en vez de disminuir el abismo tecnológico entre los países pobres y los ricos, lo aumentan”.
La humanidad se encuentra hoy también ante una encrucijada en lo que concierne a los medios de comunicación: es necesario preguntarse "si es sensato dejar que los medios de comunicación se subordinen a un protagonismo indiscriminado o que acaben en manos de quien se vale de ellos para manipular las conciencias"… o bien "hacer esfuerzos para que permanezcan al servicio de la persona y del bien común". El Papa reconoce " viraje, incluso el cambio de rol que los medios están afrontando": hoy "la comunicación parece tener en ocasiones la pretensión no sólo de representar la realidad, sino de determinarla gracias al poder y la fuerza de sugestión que posee.". Sobre algunos acontecimientos los medios de comunicación no se utilizan para una adecuada función de informadores, sino para “crear” los eventos mismos. " Justamente porque se trata de realidades que inciden profundamente en todas las dimensiones de la vida humana (moral, intelectual, religiosa, relacional, afectiva, cultural), poniendo en juego el bien de la persona, es necesario reafirmar que no todo lo que es técnicamente posible es también éticamente realizable”. Para el Santo Padre "el papel que los medios de comunicación han adquirido en la sociedad debe ser considerado como parte integrante de la cuestión antropológica, que se plantea como un desafío crucial del tercer milenio… también en el sector de la comunicación social están en juego dimensiones constitutivas del ser humano y su verdad. Cuando la comunicación pierde las raíces éticas y elude el control social, termina por olvidar la centralidad y la dignidad inviolable del ser humano, y corre el riesgo de incidir negativamente sobre su conciencia y sus opciones, condicionando así la libertad y la vida misma de las personas". Es necesario por tanto que las comunicaciones sociales "defiendan celosamente a la persona y respeten plenamente su dignidad", según los principios de una "info-ética" ya necesaria, evitando convertirse en "megáfono del materialismo económico y del relativismo ético, verdaderas plagas de nuestro tiempo". La vocación más alta" de la comunicación social es la búsqueda y la presentación de la verdad sobre el hombre. Benedicto XVI concluye su Mensaje recordando que "el hombre tiene sed de verdad, busca la verdad" como lo demuestra el éxito productos editoriales y programas de ficción de calidad, " en los que se reconocen y son adecuadamente representadas la verdad, la belleza y la grandeza de la persona… La verdad que nos hace libres es Cristo, porque sólo Él puede responder plenamente a la sed de vida y de amor que existe en el corazón humano. Quien lo ha encontrado y se apasiona por su mensaje, experimenta el deseo incontenible de compartir y comunicar esta verdad". Por último, el Papa invoca el Espíritu Santo, " para que no falten comunicadores valerosos y testigos auténticos de la verdad fieles al mandato de Cristo y apasionados por el mensaje de la fe". (S.L) (Agencia Fides 25/1/2008; Líneas: 59 Palabras: 867)


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