AMERICA/ARGENTINA - “La drogadicción no es sólo un problema de “sustancias”, sino más bien de cultura, valores, conductas y opciones”: Carta Pastoral de los Obispos denunciando que el consumo de la droga arraiga en los jóvenes, y avanza sobre la inocencia y fragilidad de los niños

martes, 13 noviembre 2007

Buenos Aires (Agencia Fides) - Los Obispos de Argentina han publicado una Carta Pastoral, aprobada en el marco de la 94ª Asamblea Plenaria del Episcopado que se reunió del 5 al 9 de noviembre, que lleva por titulo “La droga, sinónimo de muerte”, en la que recogen el “eco doloroso de muchas familias de todo el país, cuyos hijos quedaron atrapados por los efectos de la droga y sus secuelas de muerte y destrucción”.
Según afirman los Obispos el narcotráfico se ha instalado en el país y prospera con éxito, destruyendo familias y matando. Argentina “ha dejado de ser sólo un país de paso... y el consumo arraiga en los jóvenes, y avanza sobre la inocencia y fragilidad de los niños”, generando corrupción y muerte. Recuerdan a continuación que “todo lo que esté relacionado con la droga es deshumanizante, anula el don de la libertad, sumerge en el fracaso los proyectos de vida y somete a las familias a duras pruebas”.
Entre las principales causas de este terrible mal, los Obispos señalan la falta de raíces de tantos jóvenes “obligados a afrontar un presente fugaz y un futuro incierto”, que muchas veces “no encuentran adultos disponibles para la escucha y la comprensión”, cayendo así en un “vacío existencial”. De forma que “la drogadicción no es sólo un problema de “sustancias”, sino más bien de cultura, valores, conductas y opciones”.
Por ello ante la gravedad de la situación los Obispos recuerdan que no se puede permanecer indiferentes y se requiere una acción de toda la sociedad, “generando una red social que propicie la cultura de la vida”. Tres son las principales direcciones indicadas en la Carta. En primer lugar “promover una cultura de la vida, fundada en la dignidad trascendente de toda persona humana, llamada a ser feliz y a vivir libre de toda esclavitud”. Por otro lado es importante “despejar la falsa ilusión de que de la adicción se entra y se sale fácilmente”. Y por último, señalan el deber de “denunciar y perseguir a los mercaderes de la muerte que con el escandaloso comercio de la droga están destruyendo a la humanidad, especialmente a las nuevas generaciones, para lo cual deben concurrir todos los recursos que cuenta nuestro Estado de derecho, en una lucha frontal contra el tráfico y el consumo”.
Concluyen los Obispos su carta renovando como Iglesia, su “deseo de estar al servicio de la sociedad para comprometernos solidariamente a enfrentar este mal”. Para ello, se está elaborando un programa de acción pastoral que sea signo del amor de Dios por los que sufren. Al mismo tiempo muestran su confianza en que “Dios Padre habrá de inspirarnos a todos para que logremos dar la respuesta oportuna y eficaz a este drama”. (RG) (Agencia Fides 13/11/2007 Líneas: 36 Palabras: 499)


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