VATICANO - EL CAMPO DE LOS ORGANISMOS GENÉTICAMENTE MODIFICADOS NO SE ABANDONA, AUNQUE NECESITA TODAVÍA MUCHOS CUIDADOS: EL CARDENAL RENATO RAFAEL MARTINO, CONCLUYE EL SEMINARIO DE ESTUDIO ORGANIZADO POR EL PONTIFICIO CONSEJO JUSTICIA Y PAZ

miércoles, 12 noviembre 2003

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – “El Pontificio Consejo Justicia y Paz no dejará de dar su contribución para iluminar las conciencias, para que las biotecnologías vegetales sean una oportunidad para todos, no una amenaza, dentro de un cuadro político y jurídico, de renovada solidaridad en las relaciones comerciales entre las naciones, de seguridad ambiental y sanitaria para todos, de reencontrado acuerdo entre mundo científico, sociedad civil y responsables políticos, a nivel nacional e internacional”. Así afirmó el Presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, Card. Renato Rafael Martino, en su discurso de despedida a los más de 60 representantes del mundo de la ciencia, de la política, de la industria y del comercio, así como a los organismos internacionales competentes, que participaron en el Seminario de Estudio promovido por el Dicasterio en el Vaticano, en los días 10 y 11 de noviembre.
El purpurado destacó que “prestar oído y atención a cuanto es descubierto por la investigación científica, a cuanto es promovido por los organismos productivos, a cuanto es valorado por las asociaciones de la sociedad civil, a cuanto se decide por parte de los responsables civiles – objetivo todo esto del Seminario apenas concluido – es para la Iglesia una de las condiciones ineludibles para el ejercicio de aquel discernimiento religioso, ético-cultural y pastoral que forma parte de sus deberes”.
El Card. Martino precisó también que “el Seminario ha sido un primer momento de estudio dentro de un itinerario que la Santa Sede pretende recorrer, con prudencia, serenidad y en la verdad, para salir al encuentro a las múltiples y difusas esperas presentes en la Iglesia, en el mundo científico y, en general, en nuestra sociedad. Evidentemente la Santa Sede no tiene la intención de permanecer una alumna en permanente estado de aprendizaje. Llegará también el tiempo en el que se vestirá de Mater et Magistra, en el ejercicio de una responsabilidad que no puede desatender para ser fiel a su misión religiosa y moral de llevar la luz del Evangelio a todas las situaciones humanas en las que está en juego el bienestar espiritual y material de los pobres, que la Iglesia ama con un amor no exclusivo o excluyente, pero ciertamente preferencial”.
El Presidente de Justicia y Paz concluyó afirmando que “el campo de los OGM no se abandona, aunque necesita todavía muchos cuidados. Se debe, por tanto, continuar trabajando. El Pontificio Consejo anima a todos a hacerlo y se propone hacerlo también, con disponibilidad y espíritu de servicio” (S.L.) (Agencia Fides 12/11/2003. Líneas: 33 - Palabras: 444)


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