Instrumentum mensis Augusti pro lectura Magisterii Summi Pontifici Benedicti XVI, pro evangelizatione in terris missionum

sábado, 29 septiembre 2007

El Santo Padre Benedicto XVI transcurrió el mes de agosto en el Palacio Apostólico de Castelgandolfo, en las colinas albanas. Aquí, después de las tres semanas de permanencia en Lorenzago de Cadore, en las Dolomitas de Belluno, donde había pasado un período de descanso, retomó la propia actividad ordinaria. Cada miércoles se trasladó a Roma en helicóptero para la Audiencia general, donde con los fieles siguió el recorrido de las figuras de los Padres de la Iglesia: Basilio, Gregorio de Nacianzo, Gregorio de Nisa. El 9 de agosto el Santo Padre encontró a los jóvenes españoles de la Circunscripción Eclesiástica de Madrid.
En la homilía de la Santa Misa celebrada el día de la solemnidad de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María en la parroquia de Castelgandolfo, el Papa Benedicto XVI destacó las dos figuras históricas y multidimensionales de la Lectura tomada del Apocalipsis de San Juan: el dragón rojo y fuerte, “manifestación impresionante e inquietante del poder sin gracia, sin amor, del egoísmo absoluto, del terror, de la violencia” y “la mujer vestida de sol con la luna bajo sus pies, rodeada de doce estrellas”, imagen de la Virgen María y de la Santa Madre Iglesia. El Papa recorrió sus realizaciones en la historia de la humanidad y reconoció asimismo su expresión actual. En particular el primero se realiza ahora “en la forma de ideologías materialistas, que nos dicen: es absurdo pensar en Dios; es absurdo cumplir los mandamientos de Dios; es algo del pasado. Lo único que importa es vivir la vida para sí mismo, tomar en este breve momento de la vida todo lo que nos es posible tomar. Sólo importa el consumo, el egoísmo, la diversión. Esta es la vida”. “Parece imposible oponerse a esta mentalidad dominante, con toda su fuerza mediática, propagandística. Parece imposible aún hoy pensar en un Dios que ha creado al hombre, que se ha hecho niño y que sería el verdadero dominador del mundo. […] Pero también ahora sigue siendo verdad que Dios es más fuerte que el dragón”. Notable ha sido, al interno del rico magisterio del Santo Padre, el Ángelus del 19 de agosto, en el que nuevamente afrontó el delicado tema de la paz: “La paz que [Cristo] vino a traer no es sinónimo de simple ausencia de conflictos. Al contrario […] es fruto de una lucha constante contra el mal. El combate que Jesús está decidido a librar […] es […] contra el enemigo de Dios y del hombre, contra Satanás”.


Compartir: