VATICANO - El Papa a los Obispos de Gabón: "En vuestro ministerio, con las fuerzas vivas de vuestras Diócesis, estáis llamados a desarrollar una pastoral, diocesana y nacional, cada vez más orgánica. Cuanto más grande sea la comunión entre vosotros y entre todos los católicos, más fuerte y eficaz será la evangelización"

lunes, 29 octubre 2007

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "En vuestro ministerio, con las fuerzas vivas de vuestras Diócesis, estáis llamados a desarrollar una pastoral, diocesana y nacional, cada vez más orgánica. Al mismo tiempo, debéis organizar de modo cada vez más apropiado vuestra Conferencia Episcopal, en vuestros encuentros y en las estructuras para asistiros… Cuanto más grande sea la comunión entre vosotros y entre todos los católicos, más fuerte y eficaz será la evangelización". Es lo recomendado por el Santo Padre Benedicto XVI a los Obispos de Gabón, recibidos en audiencia con ocasión de la visita ad Limina, el 26 de octubre.
"Los habitantes de Gabón - ha continuado el Papa - se dejan atraer a veces por la sociedad consumista y permisiva, estando de hecho menos atentos a los más pobres del país. Les animo a aumentar su sentido fraternal y su solidaridad. Además se constata un cierto relajamiento en la vida de los cristianos, embaucados por las seducciones del mundo. Espero que tengan una conducta cada vez más ejemplar en lo que concierne a los valores espirituales y morales". Entre las prioridades de la Iglesia de Gabón, el Papa ha citado la transmisión de la fe y la profundización del misterio cristiano, subrayando la necesidad de garantizar a los fieles una eficaz formación profunda. Para alcanzar este objetivo, el Santo Padre ha exhortado a los Obispos a preparar a "sacerdotes y laicos que tengan capacidad para ello. Así, las comunidades eclesiales serán más vivas y los fieles sacarán fuerzas de la liturgia, la oración personal, familiar y comunitaria, para ser en todos los campos de la vida social testigos de la Buena Nueva, artesanos de la reconciliación, de la justicia y de la paz, en este mundo nuestro más necesitado que nunca". Se debe dar además una atención particular a los jóvenes: "¡Qué todos los cristianos, y en particular los padres, se movilicen para invitar a los jóvenes a abrir su corazón a Cristo y a seguirlo!... Deseo de que los jóvenes no teman ser también los primeros evangelizadores de sus coetáneos. Muchas veces, gracias a la amistad y al hecho de compartir, éstos últimos descubren la persona de Cristo y se unen a El".
Dado que las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada son todavía escasas en Gabón, Benedicto XVI ha subrayado la presencia de un seminario en Libreville, que debe ser “objeto de una atención muy particular, porque el futuro de la evangelización y de la Iglesia están en juego. Esto no dejará de ser un incentivo para que, en cada diócesis, se desarrolle e intensifique la pastoral vocacional". A continuación el Papa exhortó a los sacerdotes, religiosos y religiosas y a las familias, a "movilizarse mediante la oración, el acompañamiento de los más jóvenes, la preocupación por transmitir la llamada de Cristo, para que nazcan y se extiendan las vocaciones que vuestro país necesita". “No se puede olvidar el papel de la educación católica" para alcanzar este objetivo. A continuación Benedicto XVI ha recordado la importante labor desarrollada por los misioneros: "Junto a vosotros, deseo dar gracias por todos los misioneros, hombres y mujeres, que han permitido a vuestro País recibir la semilla del Evangelio. ¡Reciban la recompensa por la labor que han desarrollado y que continúan desarrollando con fidelidad, en colaboración con los Pastores de Gabón!"
El último pensamiento del Papa ha sido para los sacerdotes, de quienes "rindo honor a su generosidad en el ministerio. Al vivir constantemente en intimidad con Cristo, tendrán una conciencia más viva de la exigencia de la fidelidad a los compromisos adquiridos ante Dios y ante la Iglesia, especialmente la obediencia y la castidad en el celibato … Exhorto a todos los sacerdotes a buscar en primer lugar el bien de la Iglesia y no ventajas personales, conformando su vida y su misión con el gesto del lavado de los pies. De ese amor vivido en una perspectiva de servicio desinteresado, nacerá una alegría profunda". (S.L) (Agencia Fides 29/10/2007; Líneas: 48 Palabras: 709)


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