AFRICA/UGANDA - EL DRAMA OLVIDADO DEL KARAMOJA: CRECIENTE INSEGURIDAD POR EL EXCESO DE ARMAS EN CIRCULACIÓN

lunes, 10 noviembre 2003

Kampala (Agencia Fides) - No es solamente la guerrilla de la LRA (Ejercito de Liberación del Señor) la responsable de los asesinatos y de propagar la inseguridad en las calles ugandesas. Si la LRA siembra el terror sobre todo en el distrito Norte, un drama olvidado e incluso ignorado por muchos se desarrolla en la región del Karamoja, al noreste de Uganda, donde los asaltos y las rapiñas callejeras están a la orden del día.
“Esta ha sido siempre una zona difícil a causa de los saqueos entre los ganaderos”, dice a la Agencia Fides un misionero que trabaja en aquella región. “El robo de ganado es una tradición secular en esta zona. Los pastores Karamoja frecuentemente se roban el ganado los unos a los otros. Pero hasta hace poco iban armados solamente de los tradicionales instrumentos de lucha. En cambio, ahora, tienen a su disposición armas de fuego en grandes cantidades”.
La creciente disponibilidad de armas ligeras en el Karamoja deriva de la decisión del ejército de distribuir armas entre la población civil después de que la LRA realizara una serie de incursiones en la región. “El ejército había iniciado un plan de desarme que ha sido suspendido y sustituido por un programa de distribución de armas entre la población para su autodefensa”, afirma el misionero. Según fuentes del ejército, antes de la suspensión el programa había permitido recuperar cerca de 10.000 armas de fuego”.
“La decisión de rearmar a la población de Karamoja ha sido como echar gasolina sobre el fuego. En lugar de defenderse contra la LRA, los pastores han utilizado las nuevas armas para intensificar las luchas tribales y los saqueos recíprocos”, comenta el misionero. “Por detrás de los choques tribales y de los saqueos hay muchas maniobras de administradores locales sin escrúpulos que se aprovechan de la confusión para enriquecerse”, dice a Fides otro misionero.
En estos momentos se intenta recuperar las armas distribuidas a la población. “A cambio de un fusil las autoridades dan un poco de comida, pero es difícil que el intercambio sea aceptado por la mayor parte de los pastores Karamoja porque el gobierno de Uganda no puede actuar más allá de sus confines, donde se encuentran otras tribus de la misma etnia, bien armadas, que realizan incursiones en territorio ugandés. Para ser eficaz, el programa de desarme debe implicar también a los pastores Karamoja que viven en Kenia y en Sudán”, concluye el misionero.
Además, el intento de recuperar las armas puede ser muy peligroso. Según fuentes de la Agencia Fides, la semana pasada, fueron asesinados algunas decenas de soldados del gobierno y otros pertenecientes al ejército auxiliar, por miembros de una tribu en el curso de una misión de desarme.
(.M.) (Agencia Fides 10/11/2003. Líneas: 34-Palabras: 466)


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