AFRICA/CHAD - Una esperanza de paz después de los acuerdos entre el gobierno, la guerrilla y los partidos de la oposición

martes, 9 octubre 2007

N’Djamena (Agencia Fides)- Mientras la Unión Europea se prepara a enviar una fuerza de paz a Chad y a la República Centroafricana (ver Fides 27/9/2007), los observadores internacionales se preguntan sobre las consecuencias de los acuerdos firmados recientemente en Libia entre el gobierno de N’Djamena y cuatro grupos rebeldes del Chad.
El gobierno del Chad afirma que se trata de un acuerdo definitivo pero los rebeldes prefieren llamarlo un “acuerdo tipo” que debería preparar el terreno a un acuerdo definitivo.
El acuerdo prevé una tregua hasta fines de octubre, la amnistía de los rebeldes, su entrada en el gobierno y la integración de sus combatientes en el ejército regular. Sin embargo están pendientes aún los modos concretos en los que se actuaran dichos acuerdos, en particular el desarme de los rebeldes. Sobre este punto la posición del gobierno y la de los rebeldes no coincide. El primero insiste en que los guerrilleros deberían ser desarmados en sus bases, dentro de Sudán, mientras los guerrillero afirman que sus tropas se encuentran en Chad (sólo la dirigencia se encuentra en el Sudán) donde deberían ser inmediatamente integrados al ejército, sin ceder sus armas. Otro punto en discusión es la suma que se entregaría a los rebeldes que prefieran no ser integrados en el ejército.
Libia declaró que tiene la intención de seguir mediando entre las partes para poder llegar a un acuerdo lo más rápido posible. El gobierno de Chad parece tener la intención de seguir el camino del diálogo después de que el día de ayer, 8 de octubre, firmó en Cotonou (Benín) un acuerdo con los tres principales partidos de la oposición en el exilio. Los acuerdos suponen una amnistía general “excepto para aquellos que se han manchado de grabes violaciones al derecho común”, la participación de dichos partidos en la gestión pública y la integración de jóvenes dirigentes provenientes de la oposición en la administración pública.
Los principales partidos de la oposición habían boicoteado las elecciones presidenciales en el 2006, que le dieron la victoria al Presidente saliente, Idriss Deby, llegado al poder en diciembre de 1990 con un golpe de estado. En el este del país siguen activos algunos grupos rebeldes que amenazan la estabilidad de la nación y han obligado a huir a una parte de la población local. La crisis en el este de Chad se mezcla con la del Darfur y con la del norte de la República Centroafricana. (L.M.) (Agencia Fides 9/10/2007 líneas 31 palabras 425)


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