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Abuya (Agencia Fides)- “La encíclica Fidei Donum, de la que estamos celebrando sus 50 años, es una de las más populares y está casi exclusivamente focalizada en África” afirma Mons. Hypolite Adigwe, Director Nacional de las Obras Misionales Pontificas en Nigeria, en su ponencia sobre los 50 años de la Encíclica “Fidei Donum” del Papa Pío XII, presentada en el primer Congreso Misionero Nacional de Nigeria (ver Fides 4 de octubre 2007).
P. Adigwe recuerda las circunstancias históricas que convencieron al Sumo Pontífice a introducir la figura del sacerdote “Fidei Donum”: “El Papa reconocía que la Iglesia había realizado un progreso enorme y afirmó que los cristianos tenían de que alegrarse: ‘Y, sin embargo, la magnitud de la obra realizada no podría hacer olvidar que «la labor que queda por hacer requiere un esfuerzo inmenso e innumerables operarios». En el momento en que la instauración de la jerarquía podría hacer creer erróneamente que la actividad misionera está ya para terminar, más que nunca la «solicitud de todas las Iglesias» (cf. 2Co 11; 28) del vasto continente africano llena nuestro espíritu de angustia’”
El Director Nacional de las OMP en Nigeria recuerda cuales eran las preocupaciones del Papa Pío XII sobre el futuro de la evangelización en África: la rápida evolución política y social del continente (“Os son conocidas las condiciones generales dentro de las que se desarrolla en África la labor de la Iglesia; son, en verdad, difíciles. La mayor parte de esos territorios está pasando por una fase de evolución social, económica y política, que está saturada de consecuencias para su porvenir”), en la que se abren camino ideas materialistas (“Sabemos, por desgracia, que el materialismo ateo ha difundido en varias regiones de África su virus de división”) que hacen surgir muchas preguntas sobre el futuro espiritual de África (“Cualquier retraso entrañaría peligrosas consecuencias. Los africanos, que en pocos decenios están recorriendo las etapas de una evolución que el Occidente ha realizado a lo largo de varios siglos, se sienten más fácilmente arrastrados y seducidos por la enseñanza científica y técnica que se les da, así como por las influencias materialistas a que se ven sometidos. Por este motivo pueden producirse, en unos lugares u otros, situaciones difícilmente reparables, que lleven consigo el dañar necesariamente la penetración del catolicismo en las almas y en las sociedades. Es preciso, ya desde ahora, dar a los pastores de almas las posibilidades de acción proporcionadas a la importancia y a las crecientes exigencias de la actual coyuntura”).
P. Adigwe recuerda que el Papa Pío XII presentó una solución compuesta de tres elementos: oración personal y comunitaria; asistencia financiera a las nuevas Iglesias (“en relación a este tema Pío XII elogió particularmente las Obras Misionales Pontificias”) y ampliación de la presencia misionera. “Es ésta —afirma Mons. Adigwe— la solución principal. La invitación de los misioneros parece ser la clave de la encíclica y la base del escenario que vio nacer a los ahora famosos sacerdotes Fidei Donum”.
“Las diócesis de Nigeria han recibido grandes beneficios de este programa” afirma Mons. Adigwe. “Distintas diócesis participan enviando sacerdotes diocesanos a otras diócesis tanto en Nigeria como en el extranjero”. Según el Director Nacional en Nigeria, en la situación actual los Fidei Donum nigerianos pueden ser un recurso para la diáspora nigeriana en el mundo. ¿Qué plan pastoral podemos desarrollar para las hijas y los hijos de la diáspora?” se pregunta Mons. Adigwe e invita a una reflexión sobre cómo mejorar la formación de los misioneros para poder enfrentar este nuevo desafío de la evangelización. (L.M.) (Agencia Fides 5/10/2007 líneas 46 palabras 625)
