ASIA/FILIPINAS - Nuevos proyectos del Movimiento para el Diálogo “Silsilah” para construir armonía y paz en el sur de Filipinas y sostener a los filipinos migrados, mensajeros de diálogo y de paz

miércoles, 3 octubre 2007

Zamboanga (Agencia Fides) - Nuevos proyectos e iniciativas para incrementar el diálogo y la paz en Filipinas tienen origen en el Movimiento para el Diálogo “Silsilah”, activos desde hace 23 años en la ciudad de Zamboanga, en la isla de Mindanao, en Filipinas meridionales. El movimiento, fundado por el misionero del Pontificio Instituto Misiones Extranjeras (Pime), P. Sebastiano d’Ambra, tiene un marcado carácter interreligioso: vive en efecto al interior de la “Aldea de la Armonía”, lugar donde se experimenta el compartir de vida entre cristianos y musulmanes. “Silsilah continúa el camino hacia su 25º aniversario de fundación, que será en el 2009”, explica en un coloquio con la Agencia Fides el P. d’Ambra. “Estamos potenciando nuestra comunicación y estructura de mass-media: además del noticiario impreso, produciremos programas radiofónicos y de video. Además hemos lanzado un programa de formación de apoyo a los filipinos que migran al extranjero, para que sean mensajeros de diálogo y de paz. No exportamos solo terroristas sino también ángeles”, anota el misionero.
Continúa también el compromiso a favor de los chicos y de los jóvenes, por eliminar gérmenes de desconfianza y crear en las nuevas generaciones una sensibilidad a la armonía: “Ya tenemos cinco colegios ligados al proyecto Emaús, donde nos dirigimos a los niños y los educamos a ser puntos de diálogo en la escuela y en la sociedad. Para los jóvenes existe el proyecto ‘Silpeace’, que une a jóvenes musulmanes y cristianos, mientras están dando grandes pasos las mujeres de la comunidad Emaús (consagradas católicas) y las del movimiento ‘Muslim Women for Dialogue and Peace’, que reúne a mujeres musulmanas”.
Recientemente se ha tenido la inauguración de un nuevo “Centro Silsilah” en la isla de Jolo, lugar de guerra, de conflicto y de gran sufrimiento para la población, que se hará promotor de iniciativas de paz, diálogo islámico-cristiano y reconciliación, y trabajará por la armonía social y religiosa en el archipiélago de las Sulu.
Sobre la situación del sur de Filipinas, P. d’Ambra explica que la violencia continúa y las acciones militares, intensificadas en los últimos meses, crean malcontento y sufrimiento en la población civil, desfavoreciendo los esfuerzos por el diálogo de tantas personas de buena voluntad. Para esto “es necesario perseverar en un camino de profundización de las motivaciones de la propia fe, hasta las raíces del encuentro con Dios, que cambia la perspectiva del prójimo”.
“Silsilah” es un término de la mística sufí que significa “cadena”. El movimiento fue inmediatamente compartido por algunos fieles musulmanes que adoptaron la “espiritualidad del diálogo”, de la relación con el otro, de la paz. Nacido en 1984, “Silsilah” ha desarrollado a lo largo de los años el estilo de la “vida en diálogo”. Hoy la espiritualidad del movimiento Silsilah se ha convertido en universal y se ha arraigado en muchas partes del mundo, con la iniciativa “Cadena de la Armonía”. Adherirse es simple: basta dedicar un poco de tiempo regularmente a la oración a favor de la paz, abriendo el corazón al proyecto de Dios y abriéndose a los hermanos, formando una “Cadena” de pueblos diversos, con culturas y religiones diversas, unidos en la oración. (PA) (Agencia Fides 3/10/2007; líneas 39, palabras 550).


Compartir: