ASIA/PAKISTÁN - Derechos humanos, libertad religiosa, instrucción, el papel de la sociedad civil: seminario de la Comisión Justicia y Paz sobre “Desafíos y responsabilidad”

miércoles, 3 octubre 2007

Lahore (Agencia Fides) - El extremismo religioso y la posible respuesta de la Iglesia; las elecciones generales del 2008 y las perspectivas de las minorías religiosas, en un sistema democrático; el papel, las funciones, el potencial de la sociedad civil en Pakistán; derechos humanos, libertad religiosa, instrucción, ley sobre la blasfemia. Son estos los contenidos fundamentales de un Seminario organizado por la Comisión “Justicia y Paz” de la Conferencia Episcopal de Pakistán, intitulado “Desafíos y responsabilidad”. El Seminario, que se realizó en Rawalpindi del 2 al 3 de octubre, vio la participación de numerosos líderes de las Iglesias cristianas en Pakistán, con los representantes de asociaciones de la sociedad civil pakistaní.
El seminario fue lanzado considerando la actual situación de Pakistán, donde el peligro de inestabilidad y la revancha de los grupos extremistas está poniendo en riesgo el desarrollo normal y democrático de la vida social y el respeto de los derechos elementales de las personas. Los que sufren un clima de intimidación y hostilidad son sobre todo las minorías religiosas, entre las cuales la comunidad cristiana. En particular en el Noroeste de Pakistán los fieles son objeto de continuas violencias, amenazas y se encuentran cada día en peligro de muerte, afectados por los grupos terroristas que rondan el área. La Comisión Nacional “Justicia y Paz” en seno a la Conferencia Episcopal, ha recogido los testimonios y los pedidos de ayuda de las comunidades de los fieles en la Provincia de Frontera del Noroeste, donde actúan sin ser molestados grupos radicales islámicos.
Según las minorías religiosas y las asociaciones de la sociedad civil pakistaní (como la “Comisión para la Paz y el Desarrollo humano”, el “Forum por un Pakistán Liberal”, el “Centro de Estudios Cristianos”), la crisis de la identidad nacional de Pakistán tiene sus raíces en el progresivo debilitamiento y abandono de la visión originaria de nación, entregada por el “Padre de la patria”, Ali Junnah: él pensaba en una nación abierta, democrática, tolerante, pluralista, laica, que ofreciese un derecho de ciudadanía a las minorías y tuviese sólidas bases en las instituciones democráticas y en la división de los poderes, regulados por una Carta Constitucional. Alejándose de esta impostación y dejando espacio a la fuerza del poder militar o al virus del integralismo, Pakistán se convierte en una nación diversa de aquella pensada por Gina, y traiciona su herencia. La supremacía de la fuerza militar ha debilitado en el país a las instituciones democráticas y al sentido común de cultura democrática: en un país civil y democrático los derechos están garantizados por todos, mientras hoy en Pakistán son numerosas las discriminaciones y los abusos. Se pide al gobierno tutelar la libertad religiosa y de expresión en el país, promover una cultura de la democracia y de los derecho humanos, actuar urgentes reformas en el campo legislativo, social y político. (PA) (Agencia Fides 3/10/2007 líneas 28 palabras 478)


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