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Argelia (Agencia Fides) - El tráfico de droga en África occidental está relacionado al terrorismo y a otras actividades ilícitas. Es cuanto emerge de una serie de reportes emanados por diversos organismos internacionales como la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen (UNODC).
Los gobiernos africanos están tomando conciencia de esta realidad y están adoptando medidas para afrontar el problema. Uno de los nudos a resolver es el poner bajo control la franja que delimita los Estados del África occidental y aquellos del África septentrional. Se trata de una vastísima área desértica utilizada por los traficantes de armas, de droga y por los inmigrantes clandestinos, donde están activos algunos grupos de guerrilla y de terroristas. Las redes criminales que opera en esta área “estrechamente bien organizadas y financiadas, no solo sostienen el terrorismo sino que también están activas en el tráfico de armas desde Países que han apenas salido de la guerra. Trafican también con cocaína, una actividad a su vez ligada al pase de inmigrantes clandestinos”, dijo Amado Philip de Andrés, Director Agregado de la UNODC al periódico argelino “La Tribune” que ha dedicado un amplio servicio al tema del tráfico de armas a través de África occidental y el Magreb. Argelia, en efecto, está preocupada por las actividades de Al Qaida en el Magreb Islámico, la formación nacida a partir del grupo Salafita para la Predicación y el Combate argelino, que se propone no solo sacar al gobierno argelino sino también desestabilizar el área comprendida entre África septentrional y África occidental.
La creciente ola migratoria de África occidental por el África del norte esconde, además del drama de la población en busca de un futuro mejor, otros planes criminales. Los traficantes, en efecto, piden 14 mil euros para un “pasaje” hacia la opulenta Europa. La mayor parte de los migrantes clandestinos no disponen de un suma tal y acepta por lo tanto transportar droga. Con frecuencia, sin embargo, el viaje se interrumpe con un trágico final: más de 500 personas han muerto en el intento de alcanzar las Canarias, según los datos oficiales del gobierno español. Se trata de un flujo migratorio destinado a aumentar. La población actual del África occidental, en efecto, cuenta con 290 millones de personas; serán 430 millones en el 2025. El 45% de la población local tiene menos de 15 años y ha nacido en las favelas de las ciudades, donde con frecuencia se ha perdido el sentido de los valores tradicionales y de los lazos tradicionales de solidaridad. Estos jóvenes pueden por lo tanto convertirse en presa fácil de la criminalidad común y organizada así como del extremismo.
La presencia de organizaciones criminales y extremistas es una realidad consolidada. Las organizaciones mafiosas nigerianas están insertadas a pleno título en el tráfico mundial de droga y operan en todo el mundo (recientemente han sido arrestados traficantes nigerianos hasta en China). Al Qaida en el Magreb islámico es activa en el tráfico de cigarrillos y en las extorsiones en Malí, Mauritania y Níger. Existen además grupos criminales colombianos en Guinea Bissau y en otros Países del área. Además del tráfico de cocaína estas organizaciones están dedicadas al contrabando de fármacos como el Viagra, producidos en laboratorios clandestinos nigerianos.
La respuesta a estas amenazas debe pasar por la colaboración entre los Estados interesados. En septiembre en Ouagadougou (Burkina Faso) ha tenido lugar la octava reunión de los organismos antidroga de los Países de la CEDEAO (Comunidad Económica del África occidental). Otra estructura importante es el Grupo Intergubernamental contra el reciclaje de dinero y el financiamiento del terrorismo en África Occidental (GIABA). La Unión Europea ha activo recientemente en Portugal un centro de control de tráfico de droga que pasa por el Atlántico y el Mediterráneo. Una estructura que pretende coordinarse con los Países de la CEDEAO. (L.M.) (Agencia Fides 3/10/2007; líneas 45, palabras 659)
