ASIA/COREA DEL SUR - Los Franciscanos trabajan en Corea desde hace 70 años para restituir el primado al Espíritu y ponerse al servicio de los marginados

martes, 25 septiembre 2007

Seúl (Agencia Fides) - Darle un alma a la sociedad Coreana, secularizada, invadida por las nuevas tecnologías que frecuentemente deshumanizan las relaciones entre las personas: es la vocación y la misión de los Franciscanos que acaban de festejar 70 años de presencia en esas tierras, vividos en el anuncio del Evangelio en la pobreza y la simplicidad, según el estilo de vida propio de los “pobres de Asís”.
La presencia franciscana en Corea se ha caracterizado desde el principio como una actividad eminentemente espiritual, que enseña a poner en el primer lugar “las cosas de arriba”, la relación con dios, frecuentemente afectado por la sociedad de consumo y del eficientismo: a través de la catequesis, la celebración de los Sacramentos (especialmente la Confesión), la organización de jornadas y semanas de retiro espiritual.
Junto con la dirección espiritual de tantos fieles y familias, sacerdotes y religiosas, los franciscanos no han descuidado la evangelización ni las obras sociales, tal como lo refleja un video realizado con ocasión del 70º aniversario, en el que se muestra a hermanos y laicos franciscanos trabajando en leprosorios, institutos para discapacitados, centros de acogida para pobres y marginados, cada vez más numerosos en la sociedad coreana.
Los primeros dos religiosos franciscanos llegaron a la península coreana desde Canadá en 1937 y fundaron la primera comunidad franciscana en Daejeon en 1938. Veinte años después de la llegada los franciscanos fundaron un leprosorio en la provincia de Gyeongsangnam (300 km al sur de Seúl), que aún hoy acoge a 200 enfermos.
La presencia de los hermanos ha crecido gracias a las vocaciones locales: en 1987 la Orden de los Hermanos Menores erigió oficialmente la Provincia coreana que hoy comprende cerca de 150 religiosos y que ha contribuido también a la misión ad gentes, enviando hermanos a China, Israel, Japón, Rusia y Kazakhstan.
Actualmente, un nuevo campo de asistencia espiritual de evangelización y promoción social elegido por la comunidad franciscana en Corea, es el de los inmigrantes (especialmente filipinos), que constituyen una parte siempre más relevante de la sociedad coreana y viven enfrentando los problemas de la inculturación, los asuntos logísticos y la orientación espiritual. (PA) (Agencia Fides 25/9/2007 líneas 30; palabras 379)


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