ASIA/VIETNAM - Alegría y expectativa en la Iglesia local por la causa de Beatificación del Cardenal Francois Nguyen Van Thuân

viernes, 21 septiembre 2007

Hanoi (Agencia Fides) - Hay gran alegría y expectativa en la Iglesia vietnamita por la inminente apertura del proceso de Beatificación del Cardenal Francois Nguyen Van Thuân, inolvidable apóstol y pastor de la Iglesia en Vietnam, muerto el 16 de setiembre del 2002. En los próximos meses se abriría la fase diocesana de la Causa de Beatificación del Cardenal vietnamita, ex-presidente del Pontificio Consejo “Iustitia et Pax”. El abogado argentino Silvia Correale ha sido nombrada “Postuladora” de la causa y será la encargada de recoger los documentos y los testimonios que posteriormente serán enviados a la Congregación para la Causa de los Santos.
El Cardenal Van Thuan llegó al Vaticano después de haber permanecido trece años en las cárceles del Vietnam reunificado bajo el control de las autoridades comunistas. Esa difícil y muy dolorosa experiencia permitió que madurara en su corazón un gran testimonio del perdón evangélico y del “amor al enemigo”, que influenciaría en los siguientes años las relaciones entre la Iglesia y las autoridades comunistas del país.
El Cardenal Van Thuân, nacido en Heu (Vietnam central), fue ordenado sacerdote en 1953 y en 1967 Obispo de Nha Trang al Sur de Hanoi. En 1975 fue nombrado Obispo coadjutor de Ho Chi Minh City, cuando fue arrestado para luego ser liberado y obligado al exilio en 1988.
A nivel local la Iglesia lo tiene como un punto de referencia. Mons. Joseph Marie Tran Phuong, Vicario general de la diócesis de Nah Trang destacó que “el Cardenal merece la gloria de los altares porque ha sido un siervo humilde que ha dado testimonio de la Buena Nueva”, recordándolo como “una persona de gran corazón y de fe profunda”. Muchos fieles de la Iglesia vietnamita, en las diócesis donde desarrolló su servicio pastoral como sacerdote y como Obispo, lo recuerdan con mucha estima y afecto, reconociéndole un aporte importante en el desarrollo espiritual de la comunidad y también en el crecimiento personal de numerosos seminaristas, jóvenes, catequistas y familias.
Francois-Xavier Ngueyen Van Thuân era un hombre que “vivía de esperanza”. Ésta fue para él “la energía espiritual” que le permitió ser más fuerte que la brutalidad que intento someterlo y que termino convertida y fascinada. “Éste es el testimonio de fe que nos ha dejado este heroico pastor” afirmó Benedicto XVI en la audiencia concedida recientemente a los miembros del Pontificio Consejo Justicia y Paz, dicasterio que el prelado vietnamita guió desde que Juan Pablo II lo llamó en 1998 con este fin.
A nombre del Cardenal Van Thuân ha sido intitulado el observatorio instituido para promover la doctrina social de la Iglesia a nivel internacional. Ésta fue una actividad —recordó Benedicto XVI— en la que el purpurado desaparecido en setiembre del 2002 se dedico con fervor, notándose un particular “celo por la evangelización de su Continente, Asía” sin que eso condicionase su “capacidad para coordinar las actividades de caridad y de promoción humana” en los lugares “más recónditos de la tierra”. (PA) (Agencia Fides 21/9/2007 líneas 38 palabras 510)


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