AFRICA/MALI - El ataque de un puesto del ejército de Malí reenciende las tensiones con los Tuareg

sábado, 15 septiembre 2007

Bamako (Agencia Fides)- Crece la preocupación en Malí y en Níger por las tensiones que han vuelto a surgir con la población tuareg, una población nómada de origen berebere que vive en la zona del Sáhel.
El 14 de setiembre un grupo de rebeldes tuareg atacaron una pequeña instalación del ejército males en Tinzaouatene, en el nordeste de Malí, en la frontera con Argelia. No se han reportado víctimas pero el ataque rompe la tregua que se había logrado establecer desde hace dos semanas entre el ejército y el grupo guiado por Ibrahim Ag Bahanga, que desde agosto tiene treinta militares en cautiverio.
La tensión comenzó el miércoles 12 de setiembre cuando un avión de transporte de la aviación de Estados Unidos, que volaba en la zona, fue alcanzado por algunos disparos de arma de fuego. El avión, que no ha sufrido daños significativos, había abastecido con alimentos una guarnición del ejército en Tinzaouatene.
Las autoridades de Malí han pedido ayuda a la aviación estadounidense porque la zona ha sido minada por los rebeldes y la guarnición se encuentra aislada del resto del país. El único modo de abastecerlos es por vía aérea. Los militares mantienen una posición estratégica en la zona para evitar el trafico internacional de droga (ver el dossier en italiano de Fides sobre la droga en África http://www.fides.org/ita/documents/dossier_droga_aFrica_030807.doc)
La rebelión tuareg en el norte de Malí se inició en 1990. En 1992 se logró una tregua negociada con la mediación de Argelia. Y en marzo de 1996 en Timbuctú se pacto finalmente la paz. Los acuerdos suponían la integración de las milicias en el ejército regular, una mayor autonomía para las regiones del norte e inversiones para el desarrollo de la zona. En el 2000 el jefe tuareg Ibrahim Ag Bahanba declaró que el Estado no habían cumplido sus compromisos y recomenzó la guerrilla atacando algunos puestos del ejército y tomando rehenes. Gracias a la mediación de Argelia la crisis se resolvió pero el jefe rebelde sigue en pie de guerra.
Ibrahim Ag Bahanga parecería tener una agenda personal más que reivindicaciones propiamente políticas, de hecho no cuenta con el apoyo de toda la población tuareg de Malí, pero de todas formas es una espina en el costado del gobierno de Bamako.
En Níger son los rebeldes del Movimiento Nigeriano para la Justicia los que han vuelto a tomar las armas contra el gobierno local, reclamando la posibilidad de integrarse al ejército regular y mayores inversiones estatales en su zona de residencia.
Hasta el momento no parece que haya contactos entre los rebeldes de Níger y los de Malí, pero las dos crisis tienen consecuencias internacionales como los demuestra la presencia de militares estadounidenses que están adiestrando a los ejércitos locales contra movimientos terroristas e insurrecciones. La preocupación de Washington se debe sobre todo al grupo argelino GSPC (Grupo Salafita para la Predicación y el Combate) que recientemente a declarado su alianza con el movimiento de Bin Laden convirtiéndose en el brazo de Al Qaida en el Magreb. En Níger además hay intereses económicos relacionados a las minas de uranio. Los tuareg por lo tanto corren el riesgo de convertirse en una pieza más en un escenario mucho más amplio. (L.M.) (Agencia Fides 15/9/2007 líneas 41 palabras 551)


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