AFRICA/LIBERIA - EL MILAGRO DE LOS LEPROSOS PERDONADOS POR LA GUERRA. EL MIEDO A LA ENFERMEDAD DETIENE A LOS GUERRILLEROS PERO NO A LAS MISIONERAS DE LA CONSOLATA

jueves, 6 noviembre 2003

Monrovia (Agencia Fides) – “Están en curso negociaciones entre los jefes del LURD y del MODEL con los responsables de las fuerzas de paz internacionales para poner fin a los combates en el norte de Liberia”. Así dice a la Agencia Fides una hermana de las Misioneras de la Consolata con la que se ha contactado telefónicamente en la misión de Arbel, a 50 km. Al sur de Monrovia. En los días pasados los rebeldes del MODEL (Movimiento por la Democracia en Liberia) y los del LURD (Liberianos Unidos por la Reconciliación y la Democracia) se han enfrentado en duros combates en los cuales han participado también partidarios del ex-presidente Charles Taylor.
“Según cuentan algunas personas que vienen de Ganta (al norte de Liberia) la situación ha mejorado y los combates han disminuido”, dice la misionera. Justamente en Ganta, que se encuentra en el centro de los asperos choques de los días y meses pasados, las Misioneras de la Consolata dirigen una leprosería que ha permanecido activo incluso en los peores momentos. “En Ganta trabajaban tres hermanas, una en la parroquia y las otras en la leprosería”, refiere la misionera. “Desde hace tres meses, sin embargo, nuestras hermanas han tenido que refugiarse en Harbel. En efecto, los guerrilleros han saqueado la misión y la parroquia. Han quedado en pie sólo los muros y el tejado. Todo lo demás ha sido arrancado y robado: puertas, ventanas, muebles...”
Sin embargo, el temor a la antigua enfermedad de la lepra ha salvado a los enfermos del saqueo y de la muerte. Continua la misionera: “Gracias a Dios los guerrilleros tienen miedo de tocar a los leprosos. Por eso sus casas no han sido tocadas. Los enfermos han podido permanecer relativamente tranquilos, incluso en el caos de la guerra civil. Nos hemos movilizado para hacer llegar a los leprosos a través de canales diversos alimentos y medicinas a los leprosos, que de otra manera hubieran muerto de hambre. En todo este tiempo, aunque no estábamos físicamente presentes, hemos conseguido continuar asistiendo a nuestros hermanos, haciendo uso de nuestra buena voluntad e imaginación”.
“Vista la mejora de la situación, hemos decidido volver la semana próxima para comenzar a reconstruir la misión y recomenzar nuestro apostolado”, concluye la misionera. (L.M.) (Agencia Fides 6/11/2003. Líneas: 31 - Palabras: 399)


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