AFRICA/ GABÓN - El aumento de los precios y el “Síndrome holandés”: Gabón expía la “maldición del petróleo”

miércoles, 12 septiembre 2007

Librevilla (Agencia Fides) - El gobierno de Gabón ha emitido una orden para regular los precios de los productos de primera necesidad para los próximos seis meses. Entre los productos hay aceite de palma, leche condensada, leche en polvo y algunos materiales de construcción como el cemento.
A fines de agosto el gobierno había intimado a los comerciantes a bajar los precios tras los recientes aumentos, juzgados “excesivos”. El Primer Ministro Jean Eyéghé Ndong había calificado como “discutibles” las motivaciones de los mayoristas y de los comerciantes para justificar el aumento de los precios: aumento del costo del carburante y de las materias primas agrícolas a nivel global, además del aumento de los salarios mínimos de Gabón.
Más allá de los motivos contingentes, Gabón expía el llamado “síndrome holandés”: una economía excesivamente dependiente de las exportaciones petrolíferas tiende a abandonar los otros sectores económicos (agricultura y producción manufacturera), porque gracias a la moneda fuerte (derivante de las exportaciones de hidrocarburos) se prefiere importar las mercaderías y mercancías alimentarias para satisfacer las necesidades de la población. El nombre deriva del hecho que este fenómeno económico ha sido observado por primera vez en Holanda en los años 70, cuando el descubrimiento de yacimientos de gas creó el impulso a abandonar los sectores tradicionales de la economía y a recurrir a la importación de manufacturado.
Gabón es uno de los más antiguos productores de petróleo africano: la primera petrolera zarpó de las costas gaboneses en 1957. Desde entonces el País ha desarrollado una economía que es en gran parte dependiente de las exportaciones de crudo, a detrimento de la agricultura y de las otras actividades. Gabón dispone de tierra fértil y de agua en abundancia, pero el sector agrícola ha sido dejado en estado de abandono, prefiriendo importar del exterior los alimentos, desde papas francesas a tomates sudafricanos.
El País expía además el hecho de tener a su vez importar carburantes refinados. No existen en efecto refinerías en Gabón. El aumento de los productos petrolíferos es así un arma a doble filo: por una parte aumentan los ingresos gracias al incremento del precio del crudo, por otro lado se paga más por gasolina, nafta y por las otras mercaderías importadas que descuenta el aumento de precios de transporte.
El fresno florido además se encuentra en vía de agotamiento. En 1998 Gabón producía 350mil barriles de petróleo al día; en el 2001 la producción disminuyó a 250mil. Este dato fue posible por el aumento del precio del crudo que ha hecho conveniente explotar nuevas costosas técnicas para reactivar viejos pozos que fueron cerrados en los años 70 y 80. (L.M.) (Agencia Fides 13/9/2007, líneas 33, palabras 451)


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