VATICANO - El Papa Benedicto XVI en Austria — “Aprecio mucho vuestro compromiso con la Infancia Misionera. Veo en vosotros pequeños colaboradores al servicio que el Papa realiza a la Iglesia y al mundo: vosotros me sostenéis con vuestra oración y también con vuestro esfuerzo por difundir el Evangelio”

lunes, 10 septiembre 2007

Viena (Agencia Fides) - El domingo 9 de setiembre, después de la oración del Ángelus en el atrio de la Catedral de San Esteban en Viena, el Santo Padre Benedicto XVI si dirigió a los niños que participan en las iniciativas de la Obra Pontificia de la Infancia Misionera y, agradeciéndoles por las cartas que le habían enviado (ver Fides 5/9/2007), les entrego una Carta cuyo texto decía:

“¡Queridos niños! Con ocasión de mi visita apostólica a Austria, estoy feliz por poder dirigirme particularmente a vosotros, que participáis activamente en las iniciativas de la Obra Pontificia de la Infancia Misionera. Os agradezco de corazón por las cartitas y por los dibujos que habéis querido regalarme como signos de vuestro afecto y de vuestra cercanía a mi misión. En ellos se expresan aquellos sentimientos de fe y de amor por los cuales Jesús amaba tanto a los más pequeños y los acogía con los brazos abiertos, poniéndolos como ejemplo a sus discípulos: ‘A quien es como ellos -decía- pertenece el Reino de Dios’.
Deseo deciros que aprecio mucho vuestro compromiso con la Infancia Misionera. Veo en vosotros pequeños colaboradores al servicio que el Papa realiza a la Iglesia y al mundo: vosotros me sostenéis con vuestra oración y también con vuestro esfuerzo por difundir el Evangelio. Existen en efecto tantos niños que aún no conocen a Jesús. Y lamentablemente existen también muchos otros que no tienen lo necesario para vivir: comida, cuidados sanitarios, instrucción; a muchos les falta paz y serenidad. La Iglesia les brinda una atención especial, particularmente mediante los misioneros; y también vosotros os sentís llamados a ofrecer vuestro aporte, tanto personalmente como en grupo. ¡La amistad con Jesús es un don tan bello que no se puede tener para uno mismo! Quien recibe este don siente la necesidad de transmitirlo a los otros; y en este modo el don, compartido, ¡no disminuye sino que se multiplica! ¡Continúen así! Vosotros estáis creciendo y pronto os convertiréis en adolescentes y jóvenes: ¡no perdáis vuestro espíritu misionero! Mantened una fe siempre límpida y genuina, como la de san Pedro.
Queridos pequeños amigos, os confío a la protección de la Virgen. Rezo por vosotros, por vuestros padres y hermanos. Rezo por vuestros grupos misioneros y vuestros educadores, y a todos imparto de corazón la Bendición Apostólica.
Desde Castelgandolfo, 3 de septiembre del 2007 BENEDICTUS PP XVI”
(S.L.) (Agencia Fides 10/9/2007; líneas 33, palabras 439)


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