ASIA/CAMBOYA - En la Iglesia camboyana sopla el Espíritu del Concilio Vaticano II, para contribuir al crecimiento moral de la nación. Entrevista a S. E. Mons. Emile Destombes, Vicario Apostolica de Phnom Penh (Camboya) y Presidente de la Conferencia Episcopal de Laos y Camboya (CELAC)

jueves, 6 septiembre 2007

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “En esta visita Ad limina hemos celebrado la Santa Misa en la tumba del Apostol Pedro. Hemos podido percibir un fuerte legamen con la Iglesia de Roma, y ha sido un momento para mostrar y vivir la caridad fraterna el interior de la Iglesia universal. Como Obispos de comunidades lejanas hemos tenido la ocasión de vivir una grande experiencia de comunidad con el Papa, con los Cardenales, con la Iglesia de Roma”. Afirmó en un coloquio con Agencia Fides S. E. Mons. Emile Destombes, Vicario Apostólico de Phnom Penh (Camboya) y Presidente de la Conferencia Episcopal de Laos y Camboya (CELAC), presente en Roma en estos días para la visita Ad limina apostolorum. Fides le dirigió algunas perguntas.

Mons. Destombes, ¿quisiera recordar brevemente el origen y el desarrollo de la Iglesia en Camboya?
Recentemente hemos celebrado los 450 años de la Evangelización de Camboya, Hoy, la Iglesia en esta zona es una pequeña comunidad de personas, pero en la nación tiene una larga historia. La historia de las misiones católicas comienza en 1554 con la visita del jesuita Fernández Méndez Pinto. Los padres jesuitas, dominicanos y franciscanos fundan en el siglo XVII los primeros asentamientos cristianos. A mitad del 1700 el Catecismo es traducido al khmer gracias a los sacerdotes de las Misiones Extranjeras de París (MEP), mientras en 1850 es erigida la Prefectura Apostólica de Camboya. El primer sacerdote Camboyano fue ordenado en 1957, mientras en 1975, con la llegada del régimen del Khmer Rouge, fueron expulsados todos los misioneros extranjeros y en los años siguientes fue detenida toda la actividad de la Iglesia camboyana. Sólo desde 1990 en adelante fue reconocido el pleno derecho a la libertad religiosa a los cristianos.

¿Cuáles son las principales dificultados en el trabajo misionero?
Entre las dificultades más grandes están aquellas que tienen su origen en el régimen del Khmer Rouge (1975-1979), que deshumanizó el país buscando hacer desaparecer cualquier rastro de la fe. Después, en un proceso gradual, el gobierno ha ido autorizando nuevamente la profesión pública y libre de la religión cristiana. Naturalmente, en el periodo del terror, la fe continuó presente como una llama escondida en el corazón de los fieles, pero no tenía ni la posibilidad ni el derecho de manifestarse. En los años siguientes la Iglesia ha podido organizarse lentamente, cuando se abrió nuevamente la Iglesia camboyana.

¿Cuál es la situación hoy en día? ¿Cómo está constituida la comunidad católica?
Según estimaciones oficiales, hoy existen 22 mil católicos, de los cuales un tercio son camboyanos y dos tercios de lengua vietnamita. Hay que decir que en el pasado entre los dos pueblos ha habido tensiones y animosidades, pues se trata de dos pueblos completamente distintos en su etnia, lengua, costumbres, cultura y civilización. También en el plano religioso los primeros siguen el Buddismo Theravada (camboyanos), mientras los otros el de la versión Hinayana. Con la fe en Cristo, sin embargo, se hace posible la unidad en la diversidad. Las dos comunidades tienen sensibilidades un tanto diferentes, pero nuestra tarea es trabajar para encontrar la unidad.
La Iglesia camboyana hoy está formada por dos pequeñas comunidades que son sumamente activas y bien organizadas. Estamos siguiendo y aplicando la visión y el espíritu del Concilio Vaticano II: la iglesia no es sólo el Papa o los Obispos, sino todo el pueblo de Dios, con funciones, carismas y roles diferentes.

¿Cuáles son las principales urgencias? ¿Cuentan con vocaciones al sacerdocio?
Entre las urgencias está la formación de los sacerdotes, la formación de las comunidades, una mayor participación del laicado. Actualmente hay en todo el país tan sólo 5 sacerdotes camboyanos, formados luego del periodo del Khmer Rouge. Los religiosos misioneros son 96 (8 de los cuales son diocesanos), pertenecientes a diversas congregaciones, y 102 religiosas.
Estamos formando Comisiones específicas para animar las parroquias: la Comisión litúrgica (para las celebraciones, los cantos, etc.); la Comisión de la Catequesis y de la Educación, en cuanto no es sólo tarea de los sacerdotes o religiosos; La Comisión para la Caridad, que opera en el campo de los servicios sociales, con los pobres, los marginados, los enfermos de SIDA. Todas las comunidades deben contar con estas tres comisiones.

¿Cómo vive la Iglesia en relación a la vida social y política de la nación? ¿Qué piensan las autoridades y la gente común acerca de la Iglesia?
La Iglesia está sumamente presente en la nación, no en palabras, sino de manera concreta. Los cristianos participan en manifestaciones y actividades públicas. Por años la Iglesia camboyana ha sido una Iglesia de las “catacumbas”, hoy en cambio es reconocida públicamente y estimada por el pueblo y por las autoridades civiles, sobretodo porque la Iglesia da prioridad al servicio a los pobres y a los últimos, comprometiéndose a transmitir los valores del amor, la paz y la solidaridad en todos los sectores de la sociedad. Tratamos de aplicar la Gaudium et Spes, esa extraordinaria Constitución conciliar: la Iglesia asume y hace propia las alegrías, las tristezas y las ansias profundas del mundo. Los católicos esperan en la solidaridad de todo el pueblo camboyano y desean estar cada vez más presente en la vida económica, social, cultural y política del país, para hacer una contribución concreta y realizar un servicio útil a la nación. (PA) (Agencia Fides 6/8/2007; líneas 74, palabras 923)


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