Organo de informacion de las Obras Misionales Pontificias desde 1927
Lima (Agencia Fides) - Con sólo 90 mil dólares y en apenas 15 meses el Hospital “Santa Teresa” se ha convertido en una realidad. Se encuentra en Abancay, en el norte del Perú, una de las zonas más pobres y en la frontera con la selva amazónica, y ha sido inaugurado el 28 de agosto de 2006. Un día especial para un médico italiano, primario del hospital de Castelvetrano-Selinunte que, con la ayuda de amigos del Opus Dei y del ICU han proyectado el hospital después de un viaje en el país latinoamericano, donde encontraron gente simple y buena, acostumbrada a compartir con gusto lo que tiene, un lugar donde la miseria genera sobre todo graves problemas de salud.
“En el Perú he podido ver el rostro más auténtico de la gran Iglesia Católica que se sirve de sacerdotes y hermanas como si fueran santos en la tierra” afirmó el médico.
Esta experiencia, que involucra a personas del Opus Dei, pone en evidencia como en el gran corazón del fundador del Opus Dei entraban todos, ricos y pobres, habitantes del Sur del mundo y ciudadanos de las ciudades. A todos San Josemaría deseaba llevar la paz del corazón que reposa en Dios y la alegría de comprender que el propio trabajo cotidiano puede convertirse en “Opus Dei”, obra de Dios, gracias a la oración silenciosa que consiste en identificar las propias intenciones con las de Dios.
Este deseo ha llevado a sus hijos espirituales a comprometerse en obras de todo tipo. Su famosa frase “de cien almas nos interesan cien, nos interesamos por los campesinos de los Andes y por los banqueros de Wall Street” ha sido puesta en práctica en modos muy distintos. En el apostolado personal de amistad y confianza llevado a cabo silenciosamente en los cinco continentes hasta las empresas educativas más audaces, como la de transformar la “hacienda azucarera” de Montefalco en México en un pueblo educativo para campesinos. (AP) (5/9/2007 Agencia Fides; Líneas: 25; Palabras: 354)
