EUROPA/PORTUGAL - Mas del 80% de los médicos declaran la objeción de conciencia ante la entrada en vigor de la nueva ley de despenalización del aborto

martes, 17 julio 2007

Lisboa (Agencia Fides) - La nueva ley del aborto en Portugal entró en vigor el pasado 15 de julio. La despenalización del aborto fue aprobada por referéndum el pasado 11 de febrero, aunque éste no fue vinculante porque la abstención superó el 50 por ciento. Este resultado puso de manifiesto que la propuesta del Gobierno luso no contó con el apoyo de la mayoría de la sociedad que se abstuvo en la votación. La nueva ley, permite realizar un aborto hasta las diez semanas a petición de la mujer. Fue aprobada en el Parlamento, ratificada por el presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, y publicada en el BOE, pero aún así la polémica continúa. Hay dos recursos pendientes en el Tribunal Constitucional para que se pronuncie sobre la constitucionalidad de la misma, uno interpuesto por la organización civil contraria al aborto Movimiento por la Vida, el otro promovido por la Asamblea de la Región Autónoma de Madeira, que se niega a aplicar la ley hasta que el tribunal no se pronuncie y el Estado no asuma íntegramente los costes del aborto.
La entrada en vigor de la ley está caracteriza por el alto nivel de objeción de conciencia por parte de los médicos. Este constituye en efecto uno de los principales problemas a los que se enfrenta el gobierno luso pues si bien la Dirección General de Salud ha asegurado que los hospitales están preparados a nivel técnico, tanto para las intervenciones quirúrgicas como para la atención médica que envuelve a las mismas se prevé que algunos tengan problemas debido a la objeción de conciencia de los facultativos: en algunos hospitales la cifra alcanza más del 80 por ciento.
El director de la Fundación Vida, Manuel Cruz, ha afirmado que la nueva ley del aborto, traerá más consecuencias de las meramente económicas; “el aborto es siempre una degradación moral personal y social ante la que la sociedad no puede permanecer indiferente”. Recordó además que la despenalización del aborto “siempre supone un empobrecimiento para un país. Primero porque renuncia a buena parte de sus recursos humanos, luego por las consecuencias demográficas, también de un alcance económico difícil de cuantificar”. “El aborto es -añadió- la mayor corrupción que cabe en la Medicina, pues el médico está para curar y no para matar. Por eso se entiende que hoy se dé en la Sanidad portuguesa, un gran movimiento de objeción de conciencia. Muchos saben que el aborto no es más que la aceptación práctica del feticidio y no quieren colaborar en esos crímenes”.
Por su parte el portavoz de la Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP), Mons. Carlos Alberto Moreira de Azevedo, indicó que esta norma inicua “está moviendo la conciencia de muchos cristianos y de muchas personas que expresan su malestar porque consideran el valor de la vida como un valor esencial”. Según ha explicado, los Obispos han pedido “que los cristianos enfermeros y médicos, las mujeres y los esposos católicos apliquen la objeción de conciencia. Han sido muchos los que han acogido este llamado y se han adherido a ella”. “Esto ciertamente ha representado una gran sorpresa para el gobierno y el Estado: en muchos hospitales públicos será prácticamente imposible practicar un aborto porque son muchísimos médicos quienes han ejercido el derecho a la objeción de conciencia”. (RG) (Agencia Fides 17/7/2007 Líneas: 39 Palabras: 570)


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