VATICANO - EL PAPA A LOS MINISTROS DE INTERIOR DE LA UNIÓN EUROPEA:” LA GARANTÍA Y LA PROMOCIÓN DE LA LIBERTAD RELIGIOSA CONSTITUYEN UN “TEST” DEL RESPETO DE LOS OTROS DERECHOS Y SE REALIZAN POR MEDIO DE LA PREVISIÓN DE UNA ADECUADA DISCIPLINA JURÍDICA PARA LAS DIVERSAS CONFESIONES COMO GARANTÍA DE SU IDENTIDAD Y LIBERTAD RESPECTIVAS”

lunes, 3 noviembre 2003

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – “A pesar de que se registran a veces fracasos en las iniciativas de paz, es necesario seguir esperando. El diálogo a todos los niveles -económico, político, cultural y religioso - traerá sus frutos. La confianza de los creyentes se funda no solo en los recursos humanos, sino también en Dios omnipotente y misericordioso. El es la luz que ilumina a todo hombre. Todos los creyentes saben que la paz es un don de Dios y tiene en El la verdadera fuente”. La exhortación fue dirigida por el Santo Padre Juan Pablo II a los participantes de la Conferencia de Ministros de Interior de la Unión Europea a los que recibió en audiencia el viernes 31 de octubre, con ocasión de la Conferencia sobre el tema: “El dialogo interreligioso: factor de cohesión social en Europa e instrumento de paz en el área mediterránea”.
El Papa recordó que “Europa, nacida en el encuentro de diversas culturas con el mensaje cristiano, ve hoy crecer en su seno, a causa de la emigración, la presencia de diversas tradiciones culturales y religiosas. No faltan experiencias de colaboración fructuosa y los esfuerzos actuales por el dialogo intercultural e interreligioso dejan entrever una perspectiva de unidad en la diversidad, que hace esperar en un futuro mejor. Esto no excluye un reconocimiento adecuado, también legislativo, de las tradiciones especificas religiosas en las que cada pueblo está enraizado y con las cuales se identifica de modo particular. La garantía y la promoción de la libertad religiosa constituyen un “test” de respeto de los otros derechos y se realizan por medio de la previsión de una adecuada disciplina jurídica para las diversas confesiones religiosas, como garantía de su identidad y su libertad respectivas”.
Prosiguiendo en su discurso el Papa subrayó después que “el reconocimiento del patrimonio especifico religioso de una sociedad requiere el reconocimiento de los símbolos que lo cualifican. Si en nombre de una interpretación equivocada del principio de igualdad, se renunciase a expresar tales tradiciones religiosas y los valores culturales relacionados, la fragmentación de la sociedad moderna multitécnica y multicultural podría fácilmente transformarse en un factor de inestabilidad y por tanto, de conflicto. La cohesión social y la paz no pueden alcanzarse eliminando las peculiaridades religiosas de cada pueblo”.
El Santo Padre recordó por último las recientes iniciativas en favor de la paz, que han contado con la participación de representantes de numerosas religiones. En particular la Jornada de oración en Asís, el 24 de enero del 2002 que concluyó con una declaración de los líderes religiosos que se comprometieron a erradicar las causas del terrorismo, a defender el derecho de toda persona a una digna existencia según la propia identidad cultural, a formar libremente la propia familia y a apoyarse en el esfuerzo común para vencer el egoísmo y el abuso, el odio y la violencia.
. (S.L.) (Agencia Fides 3/11/2003 Líneas: 44 Palabras: 545)


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