ASIA/FILIPINAS - El 10 de julio, a un mes del secuestro del P. Bossi, el Superior General del PIME invita a todas las comunidades a una jornada de oración para su liberación

jueves, 5 julio 2007

Roma (Agencia FIDES) - “Sé que todos, desde el inicio, dirigieron al Señor oraciones de intercesión, aún así, en ocasión del 10 de julio, a un mes del secuestro, invito a todas las comunidades del PIME, en las diversas casas y misiones, a una jornada de intensa y especial oración por el P. Bossi: el Señor le done abundante coraje, esperanza y paciencia; y por sus secuestradores: Dios toque sus corazones y se arrepientan” escribe P. Gian Battista Zanchi, Superior General del Pontificio Instituto Misiones Extranjeras, en un mensaje a los misioneros del PIME, invitándolos a la oración por la liberación del P. Giancarlo Bossi.
“Todos nosotros, junto a la familia, a la parroquia y a los amigos de p. Giancarlo, estamos en espera confiada de noticias que anuncien su liberación, pero tenemos que decir que, hasta el día de hoy, no se hizo ninguna reivindicación ni sabemos los motivos del secuestro” afirma el Superior General del PIME. Teniendo presente el Evangelio como punto de referencia, P. Zanchi invita a todos a tener un comportamiento responsable. Como los dos discípulos de Jesús, que de frente a las personas que se oponen al bien y prefieren seguir caminos distintos, invocan el “fuego del cielo”, del mismo modo “de frente al secuestro del p. Bossi, quizás también nosotros estamos tentados a invocar intervenciones fuertes y rápidas. Tenemos que superar esta reacción espontánea, esta tentación, recordando que la incomprensión, el rechazo, la violencia, la persecución, el martirio, forman parte de nuestra vocación misionera. Seguir a Jesús en su difícil camino hacia Jerusalén, pide una libertad interior que antes que nada es libertad de sí mismos y asimismo un seguimiento que exige totalidad y radicalidad”.
“Se hicieron y se están programando iniciativas y manifestaciones a diversos niveles para solicitar la liberación de p. Giancarlo. Sean bienvenidas estas manifestaciones de sostén y de solidaridad, pero no nos olvidemos de la oración: estamos en las manos de Dios. También nuestra incesante oración, unida a la oración que sale de Dios en cada parte del mundo, será escuchada. P. Giancarlo pronto volverá a ser la alegría de sus seres queridos, para nuestra alegría, para la alegría de la gente de Payao y de todos aquellos que creyeron en la fuerza de la oración y, de diversos modos, se dedicaron a su liberación. En este momento de sufrimiento y de incertidumbre invoquemos la intercesión y la presencia de María, Reina de los Apóstoles, y le pedimos que pronto podamos cantar con ella nuestro Magnificat” concluye el Superior General del PIME. (L.M.) (Agencia Fides 5/7/2007 Líneas: 31 Palabras: 452).


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