AFRICA/CONGO RD - “Tenemos que vivir juntos, y vivir en paz y en armonía, no en una guerra sin fin en esta región que Dios nos ha donado generosamente” dice el Arzobispo de Bukavu en el este del Congo donde nuevamente hay señales de un reinicio de las hostilidades.

jueves, 28 junio 2007

Bukavu (Agencia Fides) - Una vez más en la República Democrática del Congo nos encontramos de frente a un nuevo, real, peligro de guerra civil, en un área ya martirizada por el primer, largo y sangriento choque mundial africano que causó, en el silencio total, 5 millones de víctimas. Es la alarma lanzada por Mons. Francois-Xavier Maroy, Arzobispo de Bukavu, en el est de la RDC. Ya hace un mes el Arzobispo había intervenido para señalar los riesgos de un nuevo conflicto (ver Fides 31 mayo de 2007).
Según afirma el Arzobispo de la Arquidiócesis de Bukavu, las aldeas y la ciudad de Kivu Meridional están dominadas por una psicosis de guerra y, mientras se verifican todos los elementos para un nuevo conflicto, la Comunidad internacional está llamada a un compromiso real y a intervenciones concretas y urgentes.
Entre las señales que más preocupan, está la alarmante matanza de Kaniola, en Walungu, realizada durante la noche del 26-27 mayo de 2007, que recuerda masacres similares realizadas anteriormente (Ver Fides 28 de mayo de 2007).
Mons. Maroy lanza un llamado para que el Jefe del Estado de la República Democrática del Congo asuma sus responsabilidades y mande tropas elegidas para contrarrestar la inminente guerra en el Kivu Septentrional y Meridional antes que sea demasiado tarde; que quien fue elegido por la gente se comprometa mayormente en la búsqueda de la verdadera seguridad de la población, pero sobre todo que los miembros de la comunidad internacional, presentes en la región, no repitan los errores que costaron la vida a miles de hombre y mujeres indefensos que han creído simplemente que podían recibir una protección que en cambio se reveló inerte.
“Somos los vecinos naturales de los pueblos del Rwanda, del Burundi y del Uganda - prosiguió el Arzobispo de Bukavu -. Tenemos que vivir juntos, y vivir en paz y en armonía y no en una guerra sin fin en esta región que Dios nos ha donado generosamente. Para qué sirven nuevas guerras que solamente empobrecerán a nuestra gente y crearán enemistades inútiles? ‘Bienaventurados los operadores de paz, porque serán llamados hijos de Dios” (Mt 5,9). No más guerras. El mundo anhela la paz. Os pido ser la voz de los sin voz, de los que cada día mueren en nuestras aldeas. Expresemos nuestro péseme a las familias que lloran sus seres queridos que perdieron y puedan nuestros hermanos y hermanas que fueron asesinados en Kaniola descansar en paz” concluyó Mons. Maroy. (L.M.) (Agencia Fides 28/6/2007 Líneas: 33 Palabras: 456)


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