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Kinshasa (Agencia Fides) - "Necesitamos la paz y la estabilidad para trabajar por nuestros pueblos" ha declarado Mons. Augustin Misago, Obispo de Gikongoro (Rwanda), uno de los dos Vicepresidentes de la asociación de las Conferencias Episcopales del África Central (ACEAC), en una conferencia de prensa al final de la Novena Asamblea de la asociación que se ha desarrollado en Kinshasa, capital de la República Democrática de Congo. Los Obispos del ACEAC, del que hacen parte República Democrática de Congo, Burundi y Rwanda, han nombrado a Mons. Simón Ntamwana, Arzobispo de Gitega (Burundi), nuevo Presidente de la asociación.
"Nuestros Países se han vuelto campos de ruinas porque fueron abatidos por los saqueos las guerras. Son destruidos en todos los niveles" ha notado Mons. Misago. El nuevo Presidente del ACEAC ha querido igualmente lanzar una señal de esperanza afirmando de haber notado "progresos significativos" en la consolidación de la paz en la región. Las armas "no suenan más como ocurrió hace unos años. Nuestras poblaciones se aceptan recíprocamente para compartir el mismo lugar de vida" ha dicho el arzobispo de Gitega que ha insistido en no volver a poner en tela de juicio los importantes pasos dados en los últimos años.
Mons. Misago ha agregado que el mensaje lanzado por los Obispos de la República Democrática de Congo, del Rwanda y de Burundi, en el 1999 ("Detengan la guerra, son todos hermanos") es todavía muy actual. La situación más preocupante es la del Kivu, en el este del RDC, dónde continúan las infiltraciones de muchos grupos armados que atacan la población civil. Ayer, 20 de junio, una delegación del Consejo de seguridad de la ONU ha invitado al gobierno congoleño a "solucionar en profundidad" la crisis del área con una solución que privilegie la vía política y diplomática.
Los Obispos de la región de los Grandes Lagos también han expresado sus profundas reservas sobre el Protocolo de Maputo, firmado la capital de Mozambique en julio de 2003, "que constituye una amenaza grave para los valores de la moral cristiana y para la cultura africana." La norma del Protocolo que ha suscitado la oposición de la Iglesia católica es aquella contenida en el artículo 14 al párrafo 2c que establece de "proteger los derechos reproductivos de las mujeres autorizando el aborto médico en los casos de violación, incesto, y cuando la continuación del embarazo pone en peligro la salud física y mental de la madre o la vida de la madre o el feto" (ver Fides el 26 de enero de 2006). "Tal enunciado del Protocolo de Maputo instrumentaliza favorablemente al derecho del aborto" afirman los miembros del ACEAC los que invitan a los gobiernos africanos que todavía no lo han hecho a no ratificar el documento. (L.M.) (Agencia Fides 21/6/2007 líneas: 38 Palabras: 487)
