VATICANO - El Papa Benedicto XVI en Asís - “Francisco es un hombre para los otros, porque es un hombre de Dios. Querer separar, en su mensaje, la dimensión ‘horizontal’ de la ‘vertical’ significa hacer a Francisco irreconocible

martes, 19 junio 2007

Asís (Agencia Fides) - En la Catedral de Asís, dedicada a San Rufino, el Santo Padre Benedicto XVI encontró, en la tarde del domingo 17 de junio, a los sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas, superiores y alumnos del Seminario Pontificio de Umbria. En su discurso, el Papa citó el motivo que lo llevó a Asís, la conmemoración del VIII centenario de la conversión de Francisco, pero asimismo recordó que cuando era joven estudió San Buenaventura, y por lo tanto estudió Francisco, y agregó: “he peregrinado espiritualmente a Asís mucho antes de haber llegado aquí físicamente”.
El Papa dedicó una primera reflexión al tema de la conversión de Francisco: “su primera ‘conversión’ se dio en el don del bautismo. La plena respuesta que dará como adulto será la maduración del germen de santidad recibido en el bautismo. Es importante que en nuestra vida y en nuestra propuesta pastoral tomemos plena conciencia de la dimensión bautismal de la santidad”. “los millones de peregrinos que pasan por estas calles atraídos por el carisma de Francisco, deben ser ayudados a tomar el núcleo esencial de la vida cristiana y aspirar a su “medida alta”, que es justamente la santidad”. No basta que admiren a Francisco: a través de él deben poder encontrar a Cristo, para confesarlo y amarlo... El mismo Francisco sufre un tipo de mutilación, cuando se le usa como testimonio de valores, si bien importantes, apreciados por la cultura actual, pero olvidando que la decisión profunda, podemos decir el corazón de su vida, es la elección de Cristo”.
A los sacerdotes, religiosos y religiosas, el Papa confió la tarea “de desarrollar un anuncio de la fe cristiana a la altura de los desafíos actuales”: “Es menester que vuestra tradición espiritual y pastoral permanezca fundada en sus valores perennes, y al mismo tiempo se renueve para dar una auténtica respuesta a los nuevos interrogantes”. Benedicto XVI les estimuló a seguir el plan pastoral propuesto por el Obispo, en el cual se señalan las grandes y exigentes metas de la comunión, de la caridad, de la misión, subrayando que ellas tienen su raíz en una auténtica conversión a Cristo”. En particular, el Papa, recordó “el nombre de Francisco, acompañado por aquel de Clara, pide que esta Ciudad se distinga por un particular impulso misionero. Precisamente por esto es también necesario que esta Iglesia viva de una intensa experiencia de comunión”. En tal perspectiva, el Santo Padre, citó el Motu Proprio Totius Orbis, con el que estableció que las dos grandes Basílicas papales de San Francisco y de Santa Maria de los Ángeles, si bien siguen gozando de una atención especial de la Santa Sede a través del Legado Pontificio, bajo el perfil pastoral entrasen en la jurisdicción del Obispo de esta Iglesia... La oportunidad de un orden unitario el cual ha sido asegurado por el Motu Propio era también aconsejada por la necesidad de una acción pastoral más coordinada y eficaz.
Al final de su discurso, el Papa, dirigió, un pensamiento especial a los sacerdotes, exhortándolos a tener confianza en que “el Señor nos dará la fuerza necesaria para obrar cuánto nos pide”; a las personas consagradas, para que continúen dando testimonio con sus vida de la esperanza que han depositado en Cristo; y, por último a las de vida claustral: “ sabed tener alta la llama de la contemplación”. (S.L.) (Agencia Fides 19/6/2007; Líneas: 40 Palabras: 589)


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