VATICANO - LEVADURA- Ingresa a su segundo siglo de vida el movimiento Scout: entrevista a Eugenio Garavini, Jefe Scout nacional de la Agesci

viernes, 1 junio 2007

Roma (Agencia Fides) - En el año 2007, por iniciativa de la World Organization of the Scout Movement (WOSM), será celebrado en todo el mundo el aniversario de los 100 años de la fundación del Movimiento Scout, nacido de la intuición pedagógica de Robert Baden Powell. En la fecha simbólica del 1° de agosto del 2007, a cien años del primer campo scout de la historia organizado por Baden Powell en la isla Brownsea, el Movimiento Scout quiere recordar el nacimiento de esta gran realidad mundial que, siendo única en el campo de la juventud, tiene un carácter interracial, intercultural, interreligioso. Esto ha permitido, en estos cien años, ver crecer en sus filas a más de 400 millones de mujeres y hombres, y contar hoy en día entre sus adherentes con alrededor de 40 millones de niños, adolescentes y jóvenes en 250 países del mundo.
El 1° de agosto del 2007, el Movimiento Scout entrará en su segundo siglo de vida. Todos los scouts y guías del mundo, junto a todos aquellos que durante su vida han pronunciado la promesa Scout, están invitados a renovarla a las 8 de la mañana del 1º de agosto del 2007. Según los diversos horarios de los diversos países de la Tierra, toda la jornada del 1° de agosto será colmada por miles de ceremonias que tendrán lugar en todos los países del mundo.
En Italia esta realidad está representada por la Federación Italiana del Scoutismo, que reúne alrededor de doscientos mil adherentes en las dos asociaciones scout italianas reconocidas (Agesci y Cngei). “El scoutismo no es para nuestros jóvenes algo etéreo o solo de aventura, sino también y sobre todo pertenencia a la comunidad cristiana” dice en esta entrevista a la Agencia Fides Eugenio Garavini, Jefe Scout nacional de la Agesci, Asociaciones Guía y Scouts Católicos Italianos, delineando el perfil de los 200.000 jóvenes italianos adherentes a la asociación. Garavini destaca que para un joven, su identidad scout significa también personal y libre expresión de su credo: “Es este, en efecto, uno de los aspectos más importantes de la experiencia scout. Nuestros innumerables grupos activos en diversas parroquias de nuestro País ofrecen con alegría su ayuda a las comunidades locales y realidades diocesanas como por ejemplo la Caritas parroquial”.

¿Cuál es el perfil del joven scout de hoy?
Es un joven que encuentra en la propuesta del movimiento scout una válida ayuda para vivir con espíritu crítico lo que le ofrece la sociedad. Es un joven que frecuenta la iglesia local y que participa en la vida de la propia parroquia, gracias también a la presencia de grupos scout en las diócesis. Muchas veces es un joven que no es apoyado del todo por su familia en su opción por ser scout aunque no necesariamente encuentre oposición. Creo que el joven scout de hoy sea un muchacho que vive con alegría las experiencias scouts que se le proponen, experiencias que le ofrecen aventura y liberta, una libertad “ayudada” como la llamamos nosotros, es decir que le permite, con la ayuda de guías adultos, realizar un camino de desarrollo y de auto-educación. Nuestros muchachos aprecian el interés de los adultos por ayudarlos a encontrar los instrumentos que les permitan leer su entorno y poder así realizar importantes opciones personales. Para concluir diría que el joven scout es un muchacho con muchas ganas de hacer y de ser protagonista pero que el mundo que lo rodea, donde ya todo está preseleccionado y preestablecido, le corta un poco las alas... El scoutismo inevitablemente es también la experiencia del encuentro y de la confrontación de los muchachos con sus coetáneos a los que les proponen encontrar entre los scout su propio camino y una dimensión personal más fuerte y plena.

¿Qué significa hoy en día para un joven scout vivir la experiencia de la Iglesia?
Dentro del movimiento scout la propuesta de fe tiene un lugar fundamental. Según la propuesta original del scoutismo, trazada en Inglaterra en 1907 por el fundador del movimiento, Sir Robert Baden-Powel, un scout debe vivir la propia religión con gran pasión e interés. Por lo tanto para nosotros ser un buen scout significa también comprometernos con nuestra religión. Para todos nosotros esta experiencia de vida cristiana en el ámbito del scoutismo implica participar activamente en el servicio a las comunidades de cada lugar; por lo tanto, una experiencia de vida que se traduce como pertenencia a la Iglesia y en particular a la Iglesia local.

La Iglesia observa con particular interés el crecimiento, en Italia y en Europa, de movimientos y nuevas realidades asociativas católicas. ¿Cuál es su opinión sobre este fenómeno?
La verdadera tarea de nosotros educadores scout es justamente la de ayudar a los jóvenes a insertarse bien al interno de nuestra Iglesia, y creo que hoy la Iglesia está llamada a reflexionar sobre la propia capacidad de atracción, de llamar, de suscitar interés por parte de nuestros jóvenes. Cada día descubro la prueba que en las experiencias locales, en nuestras parroquias, los jóvenes se apasionan verdaderamente con la Iglesia, pero pienso que al mismo tiempo deben ser ayudados a entender el significado de las liturgias, el significado del estar juntos desde un punto de vista eclesial, y de ese modo se les debe ayudar a encontrar la coherencia entre lo que se profesa y la realidad cotidiana. Los jóvenes están fundamentalmente necesitados de espiritualidad, necesitan reflexión, y no sólo de invitaciones y guiños al puro hedonismo. En mi opinión, este hedonismo exagerado a cualquier precio que invade nuestra sociedad es causado también por nuestra incapacidad como adultos de ofrecer valores alternativos. Personalmente, invito siempre a los adultos católicos, comenzando por nosotros Jefes, a la coherencia entre lo que se confiesa y lo que se vive, a la capacidad de estar de la parte de quien está peor y por lo tanto también a la capacidad de ser concretos en el propio mensaje. Con todo no soy un pesimista acerca de los jóvenes de hoy, probablemente porque vivo con ellos y conozco bien a muchos de ellos. Por lo que nos toca, el movimiento scout vive su realidad junto y con la Iglesia. Sólo en Italia los scout son 200.000 y en el mundo una estimación total de los scout llega a 40 millones de inscritos.

En el ámbito de una comunidad de jóvenes tan amplia, ¿cómo se concilian las diversidades de fe?
Durante las reuniones anuales hay muchas veces momentos de espiritualidad, de oración, de fe, en diversos idiomas. Para todos nosotros estos encuentros con religiones y culturas diversas son absolutamente normales en el ámbito del movimiento mundial, por esto cada encuentro es también y en primer lugar una importante ocasión de diálogo interreligioso. Esta se puede incluso definir como una de las riquezas del scoutismo, porque el movimiento ayuda y promueve el diálogo interreligioso y al mismo tiempo previene y evita todos aquellos extremismos que afligen a nuestro tiempo.

¿Entre los 200.000 jóvenes scout italianos hay jóvenes de diferentes culturas religiosas?
En Italia tenemos, reconocida por la Asociación Mundial del Scoutismo, la Federación Italiana del scoutismo, compuesta a su vez por la Agesci, Asociación Guías y scouts católicos italianos (180.000 jóvenes) y el Cngei, Cuerpo Nacional Jóvenes Exploradoras y Exploradores Italianos, que cuenta con alrededor de 15.000 jóvenes. Mientras la Agesci ha hecho de la doctrina católica uno de los puntos de referencia en su propuesta educativa, el Cngei es un movimiento laico, en el sentido que acoge al propio interno también a jóvenes de diversas religiones, y hace por lo tanto una propuesta no dirigida a un aspecto de religión específica: esta es la diferencia sustancial entre los dos movimientos. No tenemos datos específicos sobre la presencia de religiones diversas entre los scout italianos, pero seguramente este será un aspecto que deberemos tomar seriamente en consideración a la luz del crecimiento exponencial de realidades diversas. Y sobre este delicado e importante tema las premisas para trabajar correctamente se encuentran también en Italia, considerando las experiencias que el scoutismo mundial tiene respecto al diálogo interreligioso.

A la luz de su experiencia, ¿qué significado dan los jóvenes de hoy a la palabra Paz?
Baden Powell no dejó nunca de subrayar cómo el scoutismo es, antes que nada, un movimiento de Paz, de fraternidad mundial al servicio de la Paz. Es esta por lo tanto una conciencia muy fuerte en los valores scout, compartida por los movimientos scout de todo el mundo. También sobre este tema fundamental el scoutismo se distingue por lo concreto de sus acciones y valores. Es algo que se toca con la mano en nuestros encuentros que se realizan cada cuatro años en Jamboree. El próximo será con ocasión del centenario del movimiento en agosto, y estaremos en octubre también en Asís para la marcha por la Paz. Por lo tanto no es solamente un discurso de Paz cerrado en sí mismo, sino más bien vivido como experiencia de compartir. La palabra Paz puede ser usada en tantos modos, nosotros nos comprometemos también a proponer, con nuestra realidad, un ejemplo concreto de ella.

¿En Europa cuántos scout existen?
Como dato de referencia somos alrededor de 4 millones de jóvenes, pero son datos en gran crecimiento y movimiento. El scoutismo se está desarrollando mucho en países del Este europeo. En Polonia, en Checoslovaquia, en la misma Rusia han nacido nuevas realidades. El scoutismo en estas naciones se afirmaba mucho antes de la llegada de los regímenes dictatoriales. Scoutismo es sinónimo de libertad, y por eso desde hace algunos años se registra en los países del Este europeo un regreso, un resurgir muy incisivo de este tipo de experiencia. Seguramente en Polonia también el largo pontificado de Wojtyla contribuyó al nuevo interés por nuestro movimiento. También en China creo que existan hoy buenas probabilidades en este sentido. Será esta también una de las nuevas fronteras del scoutismo mundial en su segundo siglo de vida. (P.P.) (Agencia Fides 1/6/2007; líneas 122, palabras 1676)


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