EUROPA/ITALIA - La 56ª edición de la “Noche de la Solidariedad”: en la vigilia del encuentro de los Jefes de Estado del G8 será un llamado a dar respuestas concretas a los problemas de aquellos que viven con HIV y AIDS, especialmente en los países en vías de desarrollo

jueves, 31 mayo 2007

Roma (Agencia Fides) - La Noche de la Solidariedad es un evento internacional que tendrá lugar en Roma y en otras ciudades del mundo en la vigilia del encuentro de Jefes de Estado del G8 en Alemania. El objetivo de la Noche de la Solidariedad es la de sensibilizar para dar una respuesta más completa y justa a los problemas de aquellos que viven con HIV y AIDS, especialmente en los países en vías de desarrollo. Este año el tema para todo el mundo será “Mantengamos las promesas hechas sobre el acceso universal”. La intención es llamar la atención de los líderes del G8 sobre el hecho de que las promesas que hicieron sobre el acceso de todos a las medicinas y al tratamiento contra dicha enfermedad están muy lejos de ser realidad.
En Roma este evento es promovido conjuntamente por la Unión de Superiores y Superioras Generales (UISG/USG) y por Caritas Internationalis, en colaboración con la Campaña Mundial contra el AIDS. La vigilia de oración tendrá lugar el sábado 2 de junio a las 21 en la Iglesia de Santa María Magdalena (Piazza della Maddalena 53) donde se encuentra el cuerpo de San Camilo de Lellis, Patrón de los enfermos y de los trabajadores de la salud. Y que es también la sede central de los Camilianos, la orden internacional con un compromiso muy grande en este campo (veintisiete centros para enfermos de Sida en todo el mundo).
Como escribe p. Frank Monks, ex Superior general de los Camilianos, en una comunicación enviada a la Agencia Fides, “Las estadísticas difundidas recientemente por la UNAIDS muestran que el número de casos de HIV/AIDS continua a aumentar superando los 40 millones. El AIDS es un, si no EL, desafío del nuevo milenio. No se trata de un problema puramente médico, si alguna vez lo ha sido, sino más bien humanitario. Y si las previsiones de las agencias se demostrarán exactas, especialmente en el caso del Asia, es un problema que nos acompañará en los próximos años. A pesar de ser un peligro terrible, el AIDS, aquí en occidente, ya no es una noticia de primera página. En los hemisferios meridionales y orientales del planeta tierra tenemos niños que pueden considerarse afortunados si al menos tienen un abuelo todavía vivo: en el sur de Uganda una hermana de nuestra congregación encontró una abuela que cuidaba treinta y dos nietos cuyos padres, sus hijos, habían muerto. Los religiosos se encuentran cada día con jóvenes madres y padres que se van consumiendo lentamente delante de los hijos, y que ya a la edad de diez/doce años tienen que atenderlos. Hemos visto mujeres que no habiendo dejado nunca su aldea se preguntan como les ha podido suceder eso. Un desafío pastoral originado por el AIDS es el estigma generado por este síndrome. Es un pecado discriminar a los que sufren de AIDS así como lo es permanecer indiferentes a las causas de dicha enfermedad. A nivel pastoral, cuando hablamos de AIDS, no estamos hablando de un síndrome sino de personas. Y no hablamos de personas lejanas sino de nuestros hermanos y hermanas en Cristo. Todos debemos preguntarnos honestamente: ¿Cuál es mi comportamiento en relación a mi hermano o a mi hermana enfermos de HIV/AIDS?” (S.L.) (Agencia Fides 31/5/2007 - Líneas 38, Palabras 586)


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