ASIA/JAPON - La Iglesia pide libertad de culto y separación entre Estado y religión en los cambios de la Carta Constitucional en discusión

miércoles, 23 mayo 2007

Tokio (Agencia Fides) - "Dar al Cesa lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios": la Iglesia japonesa recuerda que, para una relación armónica y correcta entre estado y religión, es útil recordar el principio evangélico. Se deben delinear funciones y papeles del estado y el espacio de las comunidades religiosas, en el pleno respeto recíproco.
El debate sobre este tema ha vuelto a aparecer en Japón hace algunos meses por el proyecto de modificación de la Constitución nacional que está en discusión.
Hablando el Primer ministro japonés Shinzo Abe en la ceremonia conmemorativa del 60° aniversario de la Constitución, a principios de mayo dijo que "una valiente revisión del régimen de la posguerra y una profunda discusión sobre la Constitución conducirá el pueblo a trazar un camino nuevo hacia un era nueva", anunciando programas de cambio de la Constitución.
Los Obispos japoneses han propuesto por ello, y difundido un mensaje que recuerda y defiende el artículo 20 de la Constitución, que sanciona la separación de las religiones del estado, el respeto de los derechos humanos, la libertad de conciencia y fe de todo ciudadano. El texto realiza un excursus histórico sobre las relaciones entre estado y religión en Japón, y da la enseñanza de la doctrina social de la Iglesia al respecto, haciendo también referencia al Concilio Vaticano II.
La Iglesia recuerda que "separación" no significa que la Iglesia no deba interesarse por las cuestiones sociales y políticas - pues más bien está llamada a iluminarlas con los valores cristianos - sino que estado e Iglesia son recíprocamente autónomas e independientes. Se debe dar plena libertad a las diversas comunidades religiosas para profesar el propio culto y poder realizar las propias prácticas religiosas.
En particular el nuevo boceto de Constitución podría inducir o prever actos religiosos realizados por las autoridades políticas como "formas de cortesía social, cultura o folclore": una idea que los Obispos rechazan por considerarla injuriosa del principio de distinción entre función pública y conciencia privada. El principio de separación entre gobierno y religión es esencial para Japón para crear la paz en su interior y con los otros países asiáticos, concluye el mensaje. (PA) (Agencia Fides 23/5/2007 Líneas: 29 Palabras: 384)


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