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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - La V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, y la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales han sido los dos temas sobre los que el Santo Padre Benedicto XVI se detuvo antes de la oración mariana del Regina Caeli, recitada desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico Vaticano, el domingo 20 de mayo.
Ante todo el Santo Padre renovó su agradecimiento al Señor por el viaje apostólico en Brasil, agradeciendo asimismo a cuantos lo acompañaron con la oración. “El motivo de mi visita pastoral… fue la inauguración de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. Pero antes de dicho grande evento eclesial, tuve la ocasión de encontrar la comunidad católica brasilera”, dijo Benedicto XVI prometiendo detenerse más largamente sobre este viaje en la Audiencia general del próximo miércoles, e invitando “a seguir rezando por la Conferencia que se está realizando en Aparecida y por el caminar del pueblo de Dios que vive en América Latina”.
El segundo motivo de reflexión y de oración lo constituyó la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, sobre el tema: “Los niños y los medios de comunicación: un desafío para la educación”. El Papa recordó que “los desafíos educativos del mundo están frecuentemente ligados a la influencia de los medios masivos, que compiten con la escuela, con la Iglesia e, incluso, con la familia”. Es por lo tanto esencial una adecuada formación al uso correcto de los medios de comunicación “para educar a los niños y a los jóvenes a ser selectivos y a madurar una actitud crítica… Pero también los medios de comunicación deben dar su aporte a este compromiso educativo, promoviendo la dignidad de la persona humana, el matrimonio y la familia, las conquistas y logros de la civilización”. Luego Benedicto XVI renovó el llamado “a los responsables de la industria de los medios y a los operadores de la comunicación social, a que salvaguarden el bien común, respeten la verdad y protejan la dignidad de la persona y de la familia”.
Después de la oración mariana, el Papa expresó su solidaridad con el pueblo palestino e israelí, pidiendo que se retome el camino hacia la paz, con estas palabras: “Los enfrentamientos entre facciones palestinas en la Franja de Gaza y los lanzamientos de misiles contra los habitantes de las ciudades israelíes cercanas, a los que se ha reaccionado con la intervención armada, están provocando un sangriento deterioro de la situación, que nos deja asombrados. Una vez más, en nombre de Dios, suplico que se ponga fin a esta trágica violencia, mientras a las probadas poblaciones palestinas e israelíes deseo expresar mi solidaria cercanía y asegurar mi recuerdo en la oración. Me apelo al sentido de responsabilidad de todas las Autoridades palestinas para que, en el diálogo y con firmeza, se retome el camino del entendimiento, neutralizando a los violentos. Invito al Gobierno israelí a la moderación y exhorto a la Comunidad internacional a multiplicar el compromiso para iniciar de nuevo las negociaciones. ¡El Señor suscite y ayude a los operadores de paz!” (S.L.) (Agencia Fides 21/5/2007; líneas 35, palabras 521)
