ASIA/FILIPINAS - Después del voto, que ha dejado 126 víctimas de la violencia, los observadores de la sociedad civil se han puesto a la obra para garantizar la transparencia y evitar fraudes

martes, 15 mayo 2007

Manila (Agencia Fides) - A pesar de la campaña de la sociedad civil y de la Iglesia, la violencia se hizo presente en las elecciones filipinas realizadas el 14 de mayo en todo el país. Más de 45 millones de electores dieron su voto para elegir al Parlamento (compuesto por el Senado y por la Cámara de Representantes) además de numerosas administraciones locales (81 gobiernos provinciales y 118 municipales).
El balance de las víctimas de lo que ha sido definido “violencia electoral” es de 126 muertos, 58 de los cuales eran políticos. Un número alto pero inferior a los 189 de las elecciones presidenciales del 2004. La mayor parte de estos homicidios han sido fruto de grupos armados de paramilitares privados, contratados por personajes o grupos políticos sin escrúpulos con el fin de eliminar a los candidatos contrarios.
Otro factor que contribuye a subir la tensión en el archipiélago es la corrupción. Las sospechas y las acusaciones de fraude son muy frecuentes lo que produce inestabilidad y reacciones violentas. Estas tensiones se producen en las relaciones entre fuerzas políticas contrarias pero también al interior mismo del gobierno y del ejército. Un grupo de generales retirados ha formado el grupo “Bantay Boto” (“Los guardianes del voto”) denunciando como algunos oficiales, encargados de garantizar la seguridad y la transparencia del voto, han actuado con la intención de falsificar los resultados electorales por lo menos en dieciséis provincias a favor de la presidente Arroyo.
También se han verificado algunos episodios de violencia en la isla Mindanao donde se han producido algunos atentados imputables al terrorismo de matriz islámica y también en Filipinas central por la presencia de guerrilleros comunistas del New People Army.
Los resultados de la votación, concluida el día de ayer, serán hechos públicos en una semana (el escrutinio es manual). Se han puesto a la obra numerosos observadores locales e internaciones así como representantes de la sociedad civil reunidos en el NAFREL (National Citizens' Movement for Free Elections), del que hacen parte numerosos sacerdotes y religiosos convocados como garantes de honestidad y transparencia. (PA) (Agencia Fides 15/5/2007 líneas 29 palabras 374)


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