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Kampala (Agencia Fides) - Se espera el retorno de las negociaciones de paz para Uganda del norte entre el gobierno ugandés y el Ejército de Resistencia del Señor (LRA), que se sostienen en Juba, en al sur de Sudán. Los diálogos fueron suspendidos a causa de un desacuerdo sobre cómo resolver algunos problemas espinosos, en particular el quién habría de asumir la responsabilidad por las víctimas y los daños de la guerra y el cómo gestionar la reconciliación post-conflicto.
Ambas partes presentaron a los mediadores sus propuestas, las que deberán formar la base para los diálogos finales. Los representantes del gobierno declararon che el LRA debe asumir la responsabilidad por las atrocidades cometidas en el norte de Uganda y asimismo pedir perdón. Otro punto en discusión tiene que ver con la orden de captura salida de la Corte Penal Internacional (CPI) de cuatro leader principales del LRA. Por su parte, el grupo guerrillero afirma que no tiene intención alguna de firmar la paz si antes la Corte no desestima las acusaciones contra los mismos. Pretenden, por ello, recurrir al sistema judicial ugandés, en particular al sistema tradicional usado por los Acholi (etnia del norte de Uganda a la que pertenecen también los miembros del LRA), para resolver las controversias. La práctica llamada “Mato oput” consiste en obligar al culpable de un hecho a presentar disculpas públicas a la comunidad afectada y a pagar un resarcimiento por las víctimas.
En espera del retorno de las negociaciones, los dos principales jefes del LRA, Joseph Kony y su vice, Vincent Otti, han declarado que pretenden respetar los acuerdos ya alcanzados con el gobierno, en particular el llamado “Agreement on Comprehensive Solutions to the Northern Uganda conflict”, firmado el 2 de mayo (ver Fides 4 de mayo de 2007). El documento pone las condiciones para asegurar la participación de todas las etnias en las instituciones políticas y en el gobierno, con algunas garantías sobre el ordenamiento jurídico y sobre los organismos de seguridad, para afrontar así el problema de los refugiados y el de la reconstrucción del norte de Uganda.
El acuerdo prevé entre otras cosas que “las partes reconozcan la necesidad de proveer protección a los líderes, a los combatientes y al personal del LRA durante la transición del conflicto a la paz” (punto 15) y pide a las partes “promover y suscitar la mutua confianza y adoptar medidas concretas en esa dirección” (punto 16). (L.M.) (Agencia Fides 15/5/2007; líneas 30, palabras 419)
