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Seúl (Agencia Fides) - “Jesucristo, verdadero modelo”: es el título del Mensaje difundido por los Obispos coreanos con ocasión e la segunda Semana para la Educación Católica que la Iglesia coreana celebra del 21 al 27 de mayo próximo. El Mensaje ha sido firmado por Mons. Matthias Ri Iong-hoon, Presidente de la Comisión Episcopal para la Educación, y ha sido difundido en todas las parroquias, escuelas y asociaciones.
Haciendo referencia a la Declaración del Concilio Vaticano II sobre la Educación Católica Gravissimum Educaciones, Mons. Reafirma en el texto: “La escuela es el lugar donde se promueve el crecimiento intelectual, cultural, personal y espiritual de los estudiantes. Mirando la realidad de la instrucción hoy en día, sin embargo, es necesario admitir que la escuela no es más el lugar que ofrece una educación completa a los estudiantes, y más bien se convierte no pocas veces en un peso y un sufrimiento para los mismos. Bajo la lógica de un extremo espíritu de competencia, ha desaparecido la alegría de aprender y la dignidad de los maestros ha caído en decadencia”.
“Las escuelas y los diversos institutos de instrucción de la Iglesia deben apuntar al desarrollo integral de los estudiantes, contribuyendo a su crecimiento psicológico, moral, emocional, intelectual y espiritual, convirtiéndose así en lugares en los cuales se brinda una verdadera atención espiritual y así fortalecer la formación cristiana. Para ello, nuestra modalidad educativa debe estar lejos de la lógica de un espíritu de competencia insano, que insita al estudiante a tener como único objetivo lograr un estatus más alto en la sociedad”, agrega el texto.
El Mensaje concluye afirmando: “Durante la Semana de la Educación Católica, todos los fieles coreanos deben rezar por la educación, a fin de que pueda conducir a los estudiantes a la vida y a la salvación, siguiendo el ejemplo de Jesucristo, verdadero maestro”.
Según la Comisión Episcopal, la educación católica es importante no sólo para la Iglesia, sino para toda la Corea, en cuanto que ofrece un patrimonio de valores que ayudan a construir la paz, una conciencia recta de los ciudadanos, y una personalidad equilibrada y respetuosa del bien común. La razón profunda por la que la Iglesia se compromete en el sector de la instrucción es realizar su misión de amor hacia la humanidad. La comunidad católica coreana subraya también la importancia del testimonio cristiano de los pedagogos, sacerdotes y religiosos, llamados a dar el buen ejemplo, por medio de su vida. (PA) (Agencia Fides 14/5/20077; líneas 32, palabras 426)
