AFRICA - “No os ilusionéis: los jóvenes africanos continuarán a emigrar a Europa buscando un mundo mejor a riesgo de la propia vida” afirmó el Arzobispo de Abuja

lunes, 7 mayo 2007

Roma (Agencia Fides)- “No se puede seguir pensando que un pequeño grupo de países pueda disfrutar de las propias riquezas sin compartirlas y pretender que los pobres no malogren la fiesta”. Es la advertencia lanzada por Mons. John Olorunfemi Onaiyekan, Arzobispo de Abuja y ex Presidente de la Conferencia Episcopal de Nigeria y parte de la delegación de Cardenales y Obispos creada en vistas a la reunión del G8 (los países más industrializados) que se tendrá dentro de un año en Alemania. Mons. Onaiyekan se encuentra en Roma con una parte de la delegación participando de una serie de encuentros en el ámbito de la Campaña “Antes que sea demasiado tarde” promovida por los Voluntarios del mundo — FOCSIV (Federación de Organismos Cristianos Servicio Internacional Voluntario) — y Caritas italiana junto a otras 16 organizaciones católicas italianas.
Del 28 de abril al 5 de mayo la Delegación, compuesta por once prelados, entre Cardenales y Obispos, provenientes de África, América Latina, Estados Unidos y algunos países europeos, ha tenido una serie de encuentros con las autoridades políticas y eclesiales del Reino Unido, Alemania e Italia con el objetivo de insistir ante los ocho Jefes de Estado y de Gobierno para que respeten las promesas hechas en la lucha contra la pobreza. La iniciativa ha sido organizada por la CIDSE (la red de agencias de desarrollo católicas de Europa) y por Caritas Internacional en el ámbito de la campaña “Make aid word”, dirigida a presentar las necesidades de las naciones mas pobres de la tierra a las potencias mundiales reunidas en el G8.
Mons. Onaiyekan ha evidenciado las paradojas de la globalización con una ejemplo simple: “Los muchachos africanos, que se visten como sus coetáneos de Roma y New York, salen de África llenos de esperanza y están dispuestos a arriesgar la vida y a superar cualquier muro con tal de alcanzar las riquezas europeas”. Las expectativas creadas por un modelo económico propagado como el único posible, difundidas por el sistema globalizado de los medios de comunicación de masas, empujan a cada vez más personas a buscar una vida mejor, muchas veces ilusoria. Esto explica el flujo creciente de inmigrantes clandestinos que de las costas africanas buscan llegar a Europa. Pero como recuerda el Arzobispo nigeriano son los países más ricos los que deben revisar su propia política en relación a África. “En el vértice de Gleneagles, Gran Bretaña, del 2005 los potentes del mundo se habían comprometido a aumentar la ayuda internacional a los países en vías de desarrollo en 50,000 millones de dólares al año para llegar a invertir al menos el 0.7% del Producto Interno Bruto antes del 2015. Un compromiso hasta ahora desatendido” señala Mons. Onaiyekan.
Pero a continuación el Arzobispo de Abuja también afirmó que los gobiernos africanos tienen su parte de responsabilidad. Por ejemplo Nigeria, indicó Mons. Onaiyekan, gana cada día millones de dólares por la venta de petróleo pero el pueblo nigeriano vive todavía en la pobreza por causa de la corrupción de sus dirigentes.
El Papa Benedicto XVI, que se reunió también con la delegación de Cardenales y Obispo, había enviado una carta al Canciller de la República Federal de Alemania, Angela Merkel, en la que subrayaba “el deber moral grave e incondicional, basado en la pertenencia común a la familia humana así como en la común dignidad y destino de los países pobres y de los países ricos que, mediante el proceso de globalización, se desarrollan de manera cada vez más interconectada” (ver Fides 24 de abril de 2007). (L.M.) (Agencia Fides 7/5/2007 líneas 43 palabras 610)


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