VATICANO - Congreso internacional por los 50 aniversario de la Encíclica “Fidei Donum” - Luces y sombras de un camino de cincuenta años, mirando al futuro; los “Fidei Donum” en América Latina

jueves, 10 mayo 2007

Roma (Agencia Fides) - El Congreso internacional por el 50 aniversario de la publicación de la Encíclica “Fidei Donum” continuó sus trabajos la tarde del miércoles 9 de mayo (ver Agencia Fides 21/4/2007), haciendo un análisis histórico-crítico sobre los 50 años de historia de los “Fidei Donum”, con el fin de poner en evidencia las luces y sombras de esta experiencia. Entre “las riquezas” de estos cinco decenios, puestas a la luz por el relator, el p. Michael Dujarier, SMA, la Encíclica “detonó un movimiento de una amplitud formidable”, difícil de medir con cifras. Fueron tres los frutos positivos fundamentales mencionados por el relator: la promoción de una comunión “más concreta, más amplia, más profunda entre las Iglesias”, la profundización en el común deber misionero (“la Iglesia local es responsable de la misión”) y la invitación a vivir una vida más profundamente evangélica, redescubriendo “la riqueza inaudita del Evangelio” y viviéndola en plenitud y de la mejor manera posible.
Pasando a las dificultades y riesgos, el p. Dujarier se detuvo, entre otros, en el tema de la formación en sus diversos aspectos y en la carencia de parte de las diócesis de acogida y de envío. Finalmente, planteando algunas sugerencias para el futuro, el p. Dujarier presentó una serie de propuestas agrupadas en torno a tres puntos fundamentales: mejorar la preparación de los candidatos usando el debido discernimiento, promover el sostenimiento de los sacerdotes “Fidei Donum” durante todo el tiempo de permanencia, favorecer relaciones más frecuentes y más profundas entre los Obispos y las estructuras episcopales.
Un misionero “Fidei Donum” en Brasil, proveniente de la diócesis de Bolzano (Italia), el p. Pietro Sartorel, ilustró seguidamente la realidad de los “Fidei Donum” en América Latina. Después de haber presentado una nota histórica sobre las etapas fundamentales del camino de los “Fidei Donum” italianos en estos últimos 50 años, el p. Sartorel hizo notar cómo en este arco de tiempo ha habid un cambio tanto en el número como en el tipo de presencia. “Si antes de los años 60 partieron los primeros “Fidei Donum”, casi como “exploradores” del territorio, pero con gran espíritu de entrega y sacrificio, desde la segunda mitad de los años 60 hasta el inicio de los 80 hubo un gran número de misioneros que, sobretodo con el impulso el Papa Juan Pablo II, asumieron y vivieron este tipo de misión. Hasta la mitad de los años 70 había en América Latina una gran presencia de “Fidei Donum”, sobretodo franceses, alemanes y españoles, y de las Iglesias de América del Norte (sobretodo en los países de lengua española); pero, a partir de este periodo, se ha visto crecer la presencia misionera de los “Fidei Donum” italianos, y luego polacos, en toda América Latina. En estos últimos años ha venido cambiando un poco el tipo de presencia. Se ha pasado de una presencia en la que se insertaban en la Iglesia local sobretodo como párrocos, a un tipo de pastoral más específico, poniendo al servicio proyectos más concretos, incluso en el ámbito regional y nacional y sobretodo en el ámbito de la formación y de las “pastorales sociales”. Ha aumentado el número de los que vienen a América Latina enviados por su diócesis, pero insertos en el proyecto de un Movimiento, con una actividad propia y específica, con una disponibilidad variable según su inserción en el presbiterio o en el proyecto de la Iglesia local”.
El p. Sartorel trajo luego a colación el recuerdo de los “Fidei Donum” mártires, que pagaron con su vida la fidelidad al Evangelio, y recordó también que actualmente son ya cerca de 360 los misioneros “Fidei Donum” italianos en América Latina y el Caribe, de los cuales 230 están en Brasil (comprendidos una decena de laicos y laicas), sin contar todos aquellas que han sido nombrados por obispos (al menos 10 sólo en Brasil). Haciendo un balance de estos últimos 50 años de servicio misionero, el p. Sartorel resaltó que el panorama es altamente positivo, y enumeró luego algunos retos concretos para la continuidad de la misión de los “Fidei Donum”: la necesidad de vivir el servicio ministerio desarrollando la comunión y la participación entre los Presbíteros y los Laicos; pasar de la “cantidad” a la calidad del servicio y de los “enviados”; las Iglesias de llegada y de destino deben reflexionar más acerca de los proyectos que se dan en esta colaboración; en un mundo en el que el pluralismo religioso y social son tan grandes, se hacen necesarias las personas abiertas a la acogida y al diálogo. (S.L.) (Agencia FIDES 10/5/2007; líneas 53, palabras 784)


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