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Bangalore (Agencia Fides) - “El ángel de los detenidos” ha vuelto al cielo. Conmoción y oración en la Iglesia india y en tantas cárceles de la nación por la muerte de Sor Carmelita, religiosa de la Congregación de Santa Ana, conocida en todo el país como la “Madre Teresa de las prisiones” por su incansable labor de confortar, consolar y asistir a los detenidos. La religiosa falleció el 1 de mayo a la edad de 73 años, consumida por un mal incurable.
Aunque residente en Bangalore, Sor Carmelita visitaba y se mantenía en contacto con numerosos institutos de reeducación esparcidos por todo el país. Defendió con incansable fuerza los derechos y la dignidad de los detenidos, incluso a nivel legislativo, haciéndose promotora de peticiones y protectos de ley para mejorar las condiciones de vida de los prisioneros.
Con frecuencia, los detenidos solicitaban expresamente su presencia, para confiarle sus problemas, pedirle asistencia y consuelo, iniciar un recorrido de reeducación humana y un camino espiritual. Su labor se basada en la escucha, decía Sor Carmelita, y sólo así podía llevar a cabo un buen asesoramiento psicológico y espiritual a cada detenido. A menudo, la religiosa mantenía contacto también con sus familias y con los abogados: de esta manera contribuyó a la resolución de numerosos casos y cuestiones ligadas a la detención, ayudando a más de 1200 detenidos a recuperar la libertad material, además de haber acompañado a varios millares de personas en prisión a un estado de libertad interior, gracias al redescubrimiento de la relación con Dios y al don de la fe.
El suyo, dicen sus hermanas de comunidad y los fieles, ha sido un brillante ejemplo de servicio a la vida del hermano pobre, desesperado, marginado, en el cual la religiosa reconocía a Jesucristo. En su ministerio recordaba siempre la frase de Jesús: “Estuve en la cárcel y me vivitasteis”. (P.A.) (Agencia Fides 7/5/2007 Líneas: 23 Palabras: 325)
