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Roma (Agencia Fides) - Comunión y Liberación, realidad de un acontecimiento. Y de una gran misión. Monseñor Massimo Camisasca, testigo de excepción del movimiento eclesial fundado por don Giussani, cuenta su historia, con abundancia de detalles, en tres volúmenes presentados por las Ediciones San Pablo. El autor, responsable antes de Juventud Estudiantil y luego de CL y hoy Superior general de la Fraternidad sacerdotal de los misioneros de San Carlos Borromeo de quien es su fundador, recorre los hechos de CL desde su nacimiento en 1954. En particular: el primer volumen se titula Comunión y Liberación: Los orígenes; el segundo, Comunión y Liberación: La reanudación; y el tercero, Comunión y Liberación, El reconocimiento. En los tres volúmenes, equipados de una rica documentación también fotográfica, se narra la historia de un hombre y junto el retrato de un pueblo, a lo largo de 50 años de historia italiana, civil y eclesial.
"En el volumen El reconocimiento - explica a Fides monsignor Camisasca - he querido subrayar de particular modo la conciencia de la misión de CL en la Iglesia. "Id por todo el mundo llevando la verdad, la belleza y la paz que se encuentran en Cristo Redentor". Estas palabras pronunciadas por Juan Pablo II el 29 septiembre de 1984 con ocasión del trigésimo aniversario de la fundación de CL - recuerda el autor - dieron un gran impulso a la salida a las misiones de muchos jóvenes. Hoy esta realidad eclesial está difundida en todo el mundo. Hace un mes, el 24 de marzo, el Papa Benedicto XVI, con ocasión de la audiencia concedida al movimiento en la Plaza de san Pedro, recordando la invitación del querido predecesor, afirmó: "Don Giussani hizo de aquellas palabras el programa de todo el movimiento y para Comunión y Liberación fue el principio de una estación misionera que os ha llevado a ochenta Países. Hoy yo os invito a continuar en este camino, con una fe profunda, personalizada y firmemente arraigada en el vivo Cuerpo de Cristo, la Iglesia, que garantiza la contemporaneidad de Jesús con nosotros". "Cuando empecé a escribir el primer volumen, los orígenes - continuo don Camisasca - no pude sino comenzar con don Giussani. Por ello he narrado su infancia feliz, los años de formación en el seminario, la década gloriosa de Gs. Una narración, que partiendo de su biografía, se ha extendido al entorno social y cultural del tiempo".
"En el segundo volumen, titulado la reanudación - concluye el autor - la nota dominante está representada por la fatiga por encontrar una dimensión en un Milán y en una Italia (1969/1976, ndr) atravesadas por las manifestaciones, sacudidos por los eslóganes revolucionarios, las bombas, las muertes. Una serie de acontecimientos que impulsaron a don Giussani a dar una respuesta, que se convertiría luego en el eje de toda su enseñanza: la salvación sólo puede venir de la comunión cristiana, entendida como un modo absolutamente original de concebir la existencia, que viene de lo alto, nace de la fe, y de ella dirige la mirada hacia el hombre y el mundo, constituyendo la única regla de vida".
El trabajo de monsignor Camisasca fue presentado ayer en el Capitolio.
"Es la segunda vez que la Sala de la Protomoteca, la más importante del Capitolio, se llena para recordar a don Gius". Mariapia Garavaglia, vice alcalde de Roma, ha introducido así el encuentro de presentación de los tres volúmenes sobre la historia de Comunión y Liberación, escritos por don Massimo Camisasca, superior general de la Fraternidad de los misioneros de San Carlos Borromeo. "Los orígenes"; la reanudación" "; "El Reconocimiento": estos son los títulos de los libros. Al saludo del vice alcalde han seguido las intervenciones de Juliano Ferrara, director de "La Hoja", de Giancarlo Cesana, docente de medicina del Trabajo y responsable desde hace años del movimiento. Por último, la intervención del autor. Angiolino Lonardi, director de Raiutile ha sido el moderador.
Los volúmenes parten de la vida del fundador, don Luigi Giussani, de su vocación y sobre todo de las razones que le condujeron, sin ningún proyecto, a enseñar en la escuela. "La historia de Cl - ha explicado Giancarlo Cesana - es la historia de otra Italia, de otra juventud. De una juventud diferente de los protagonistas del 68. Es una historia que comenzó de repente: en el tren, de improviso. Don Giussani, hablando con un grupito de estudiantes, se dio cuenta de su ignorancia respecto de la fe. Y de este modo decidió enseñar en las escuelas". De esta experiencia inicial en las escuelas inició la experiencia de Juventud Estudiantil (Gs). Posteriormente nació CL. No hubo pues ningún proyecto. Casi una anomalía con respecto al catolicismo organizado de aquellos años.
También Juliano Ferrara, conservando su status de "super laico", ha subrayado el valor cultural de CL, nacido precisamente para dar un sentido al mundo en que se vive. "Y quién da sentido al mundo - ha explicado Ferrara - no es una integrista sino uno que ama el resplandor de la verdad."
En las palabras de quién ha lo ha escrito, don Massimo Camisasca, se mantiene todavía intacto el sabor de los momentos pasados con don Giussani. "El gran regalo que he recibido escribiendo este libro - ha dicho don Massimo - ha sido hacer siete años de ejercicios espirituales con él; de conocerlo, de compartir momentos. Lo que más me ha impresionado de él es que se buscaba a si mismo en todos los hombres: en el tren, el avión, en taxi. En los otros encontraba el Misterio. En don Giussani era inseparable Encarnación y Trascendencia. Hablando de Dios, hablaba de los hombres."
Para don Massimo la gran cualidad del fundador de CL ha sido sobre todo ser un gran educador. "Si pensamos que hubo 100.000 personas el pasado 24 de marzo en la audiencia general concedida por el Papa Benedicto XVI al movimiento de CL, se comprende la continuidad que ha sido capaz de engendrar". Comunión y Liberación, está hoy presente en ochenta País y, a pesar de que a lo largo de los años también ha sido acusada de colateralismo con el mundo de la política y de la economía, este movimiento sigue fascinando a muchos jóvenes. Está presente en las escuelas, medias y superiores, pero sobre todo en las Universidades.
¿Por qué? La razón de esta continuidad la ha explicado con una síntesis eficaz Cesana, quien ha dicho: "Giussani hizo de Cristo un neologismo". Es como decir una cosa nueva, que merecía la pena ser descubierta. "Era muy pragmático - ha continuado. Cuando te lo encontrabas, no te hacia largos discursos. Sólo decía dos palabras: ven y verá. Nada más”.
También el Papa en la audiencia tenida en la Plaza de San Pedro, el 24 de marzo recordó precisamente este aspecto. "El Espíritu Santo suscitó en la Iglesia, por medio de don Giussani, un Movimiento, el vuestro, que testimoniara la belleza de ser cristianos en una época en que se estaba difundiendo la opinión que el cristianismo era algo pesado y agobiante de vivir. Don Giussani trabajó por despertar entre los jóvenes el amor hacia Cristo "Camino, Verdad y Vida", repitiendo que sólo Él es el camino hacia la realización de los deseos más profundos del corazón del hombre, y que Cristo no nos salva a pesar de nuestra humanidad, sino por medio de ella". (P.P) (Agencia Fides 27/04/2007, Líneas: 84 Palabras: 1247)
