VATICANO - Benedicto XVI en el Regina Cæli: "La Paz es el don que Cristo ha dejado a sus amigos como bendición destinada a todos los hombres y a todos los pueblos. No la paz según la mentalidad del 'mundo' sino una realidad nueva, fruto del amor de Dios, de su Misericordia"

martes, 17 abril 2007

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Al término de la Celebración Eucarística con ocasión de Su 80° cumpleaños, el Santo Padre Benedicto XVI ha recitado la oración mariana de la Regina Cæli con los fieles y peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro. "A todos - el Papa ha dicho - renuevo desde lo más profundo de mi corazón mis gracias más sincero, que extiendo a toda la Iglesia, la cual, como una verdadera familia me rodea, especialmente en estos días, con su afecto".
En el domingo que concluye la "Octava" de Pascua, el Santo Padre ha invitado a considerar el nuevo tiempo espiritual abierto por Dios cuando Cristo resucitó de entre los muertos: "El Espíritu Creador, infundiendo la vida nueva y eterna en el cuerpo enterrado de Jesús de Nazaret, ha llevado a cabo la obra de la creación dando origen a un "primicia": primicia de una humanidad nueva que al mismo tiempo es primicia de un nuevo mundo y de un nueva era. Esta renovación del mundo se puede resumir en una palabra: la misma que Jesús resucitado pronunció como saludo, y más bien, como anuncio de su victoria a los discípulos: "Paz a vosotros! ". La Paz es el don que Cristo dejó a sus amigos como bendición destinada a todos los hombres y a todos los pueblos. No la paz según la mentalidad del "mundo" como equilibrio de fuerzas sino una realidad nueva, fruto del amor de Dios, de su Misericordia. Es la paz que Jesucristo ganó a precio de su Sangre y que comunica a cuantos confían en Él."
Por úlitmo, el Santo Padre agradeció de nuevo a cuantos le han demostrado su cercanía espiritual con ocasión de su 80° genetlíaco y del aniversario de su elección como Sucesor de Pedro, confiando todos a Maria Mater Misericordiae, Madre de Jesús, encarnación de la Divina Misericordia: "con su ayuda dejémonos renovar del Espíritu para cooperar a la obra de paz que Dios está realizando en el mundo, que no hace ruido, pero se realiza en los innumerables gestos de caridad de todos sus hijos". (S.L) (Agencia Fides 17/4/2007; Líneas: 27 Palabras: 400)


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