VATICANO - La Beatificación de don Luis Boccardo, apóstol de la confesión, y de sor María Magdalena de la Pasión, fundadora de las Religiosas de la Compasión

viernes, 13 abril 2007

Roma (Agencia Fides) - Con la aprobación del Santo Padre Benedicto XVI, el sábado 14 de abril tendrá lugar en Turín el rito de beatificación de don Luis Boccardo, y el domingo 15 de abril, en Castellammare de Stabia (Nápoles), la beatificación de sor María Magdalena de la Pasión (Costanza Starace). Presidirá ambos ritos de Beatificación el Card. José Saraiva Martins, Prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos.
Don Luis Boccardo, sacerdote de la diócesis de Turín, nació en Moncalieri (Turín) el 9 de agosto de 1861. Tuvo como padrino de bautizo a su hermano Juan María, futuro sacerdote, beatificado en 1998. Con gran esfuerzo, sus padres, que vivían en una finca en la colina de Moncalieri con sus otros nueve hijos, lo hicieron estudiar en el Colegio de los padres Barnabitas. Habiendo entrado al Seminario diocesano en 1875, fue ordenado sacerdote en 1884 y destinado como vicepárroco a la parroquia del hermano, Juan María. Poco menos de un año después el canónico Allamano lo nombró vicerrector y padre espiritual de los jóvenes sacerdotes del Internado de la Consolada. Posteriormente fue también profesor de varias materias en la escuela de teología del Seminario. Formador de jóvenes sacerdotes, fundador y director de diversas Escuelas de religión tras la exclusión de esta materia del currículo escolástico, don Luis visitaba regularmente a los presos y se dedicaba con particular cuidado al ministerio de la confesión y de la dirección espiritual. Por largas horas permanecía en su confesionario en el Santuario de la Consolada acogiendo innumerables filas de penitentes de toda clase social y formación religiosa.
En 1913 murió su hermano, y don Luis se convierte en el Superior General de la Congregación religiosa fundada por don Juan María, las “Pobres Hijas de San Gaetano”, dejando así el Internado de la Consolada. En 1919 le fue confiada la dirección del Instituto para Ciegos, donde arregló la situación económica, organizó la vida de la Congregación de las Pobres Hijas de San Gaetano, construyó la nueva Casa Madre, fundó y dirigió la sección piamontés de la Unión Apostólica del Clero, escribió libros y artículos, predicó decenas de cursos de ejercicios espirituales sobre todo a sacerdotes, promovió la construcción del santuario de “Jesucristo Rey y Sacerdote”. En 1932 fundó la rama contemplativa de las “Pobres Hijas de San Gaetano” acogiendo a jóvenes invidentes que dedican su vida a la oración y al sacrificio. Murió el 9 de junio de 1936.
María Magdalena Starace, Constanza Ana María en el siglo, nació en Castellammare de Stabia (Nápoles) el 5 de septiembre de 1845. A los 4 años fue enviada al colegio donde socializó con niñas menos acomodadas y seguramente quedó marcada en ella su pobreza. En 1850, las Hijas de la Caridad se establecieron en Castellammare para asistir a los enfermos. Abrieron también un orfanato y un internado para niñas, al que fue incorporada Constanza. Aquí comenzó a respirar un clima de oración y de abnegación, al punto que deseó consagrarse al Señor. Habiendo regresado a la casa familiar por motivos de salud, Constanza continuó los estudios en casa y cultivó con asiduidad la oración. Ingresó a las Teresianas de Vico Equense, pero, nuevamente por motivos de su delicada salud, tuvo que regresar donde su familia. Tras haberse restablecido, deseaba ingresar en un convento de clausura, pero los padres se opusieron. Su confesor le concedió la comunión cotidiana y, a los 15 años, le permitió consagrarse al Señor con los tres votos perpetuos. El 8 de junio de 1867 realizó la profesión en las Terciarias de los Siervos de María, tomando el nombre de Sor María Magdalena de la Pasión. Dirigió la Pía Unión de las Hijas de María y enseñó el catecismo a las niñas del pueblo. Las numerosas epidemias de cólera que golpearon Castellammare alentaron a la joven a fundar el Instituto de las Religiosas de la Compasión (1869), cuyo carisma es el “compartir Jesús apasionado y María Dolorosa, con el prójimo en todas sus necesidades, tanto espirituales como corporales”. Fueron sorprendentes las pruebas a las cuales fue puesta la joven María Magdalena por parte del Señor (miedos injustificados, enfermedades misteriosas, sufrimientos inauditos, éxtasis, estigmas…) que fortalecieron su fe y su compromiso en la obra que inició, a la cual se dedicó incansablemente. Murió de pulmonía el 13 de diciembre de 1921. Hoy en día las Religiosas de la Compasión son 350 en 24 comunidades en Italia y 14 en Asia y América (Canadá, Chile, India, Filipinas, Indonesia y México). Se dedican a la infancia en escuelas, internados y casas-familia; acogen a jóvenes estudiantes o trabajadoras; trabajan a favor de los ancianos mediante casas de acogida y de asistencia. (S.L.) (Agencia Fides 13/4/2007, líneas 54, palabras 795)


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