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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – “Inglaterra y Gales a pesar de su rico patrimonio cristiano, se enfrentan hoy al difuso avance de la secularización. En el origen de esta visión está el intento de favorecer una visión de la humanidad apartada de Dios y alejada de Cristo. Es una mentalidad que exagera el individualismo, quiebra el vínculo fundamental entre libertad y verdad, y por lo tanto destruye los lazos mutuos que caracterizan la vida de la sociedad” Recordó el Santo Padre Juan Pablo II a los Obispos de Inglaterra y Gales a los que recibió en audiencia en su visita ad limina el jueves 23 de octubre. “Esta pérdida del sentido de Dios, se siente a veces como 'el abandono del ser humano' – prosiguió el Papa. La desintegración social, las amenazas a la vida familiar y los hórridos espectros de la intolerancia racial y de la guerra, hacen que muchos hombres y mujeres, especialmente los jóvenes, se sientan desorientados y a veces incluso sin esperanza. Por lo tanto, no es sólo en la Iglesia donde repercuten los efectos perturbadores de la secularización, sino también en la convivencia civil”.
En estos tiempos de dispersión, los fieles miran a sus pastores para que por medio de la predicación de las enseñanzas del Evangelio, quiten las tinieblas e iluminen el camino de la vida. “El fenómeno de la secularización y la difusión de la indiferencia religiosa, el descenso de vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa- prosiguió el Papa- y las graves dificultades que experimentan los padres a la hora de catequizar a sus hijos, testimonian que para los obispos es una necesidad vital abrazar su misión fundamental de ser heraldos auténticos y autorizados de la Palabra”. El nuevo milenio requiere un renovado empuje en la vida cristiana, ya señalado por el Papa en la Carta apostólica Novo Millennio Ineunte: “Si la Iglesia quiere aplacar en los hombres y mujeres la sed de verdad y de valores auténticos sobre los que construir la propia vida, no debe ahorrar ningún esfuerzo a la hora de encontrar iniciativas pastorales válidas para dar a conocer a Cristo".... El gran desafío que debemos afrontar es el de hacer de la Iglesia el hogar y la escuela de la comunión", donde haya una "pedagogía auténtica de la oración, una catequesis eficaz sobre el significado de la liturgia y la importancia de la Eucaristía dominical y la promoción de la práctica frecuente del Sacramento de la Reconciliación”.
El Papa puso después de relieve la importancia de la evangelización de la cultura con respecto a las enseñanzas de la Iglesia sobre el matrimonio, las relaciones con los medios de comunicación y las escuelas católicas: “Es particularmente importante reafirmar la unicidad del matrimonio como unión de por vida entre un hombre y una mujer, en la que ambos comparten la amorosa tarea creadora de Dios. Equiparar el matrimonio con otras formas de cohabitación obscurece su sacralidad y viola su valor precioso en el plan de Dios para la humanidad". Respecto a los medios de comunicación, Juan Pablo II afirmó que “el requisito moral fundamental de toda comunicación es que respete y sirva a la verdad”. Invitad a los medios de comunicación, dijo el Papa, a "unirse a vosotros para abatir las barreras de la desconfianza y en el esfuerzo de unir a los pueblos en la comprensión y el respeto”. Por último el Santo Padre elogió “la valiosa aportación de las escuelas católicas” y lanzó un llamamiento a los religiosos para que “no abandonen el apostolado escolar, antes bien renueven su compromiso de servir también en las escuelas situadas en las áreas más pobres”. . (S.L.) (Agencia Fides 24/10/2003 Líneas: 46 Palabras: 651)
