OCEANÍA/ISLAS SALOMÓN - Los Salesianos hacen un llamado a la solidariedad después del tsunami en las islas de Gizo y de Simbo

miércoles, 11 abril 2007

Honiara (Agencia Fides) - “Toda la diócesis de Gizo, donde están presentes los Dominicos hace más de 50 años, se está recuperando lentamente del shock inicial por el terremoto más fuerte registrado en la zona y por el tsunami de 5 metros que se abatió contra sus costas el 2 de abril”, son las palabras del Salesiano don Luciano Capelli, del Don Bosco Technical Istitute de Honiara, capital de las Islas Salomón, mientras se llevan adelante las operaciones humanitarias después del terremoto. La Isla de Gizo se estaba preparando para recibir la cruz de los jóvenes en camino a la Jornada Mundial de la Juventud, hace notar el Salesiano, pero, “ha recibido más bien una cruz distinta para toda la población”.
Gizo es una isla a 350 kilómetros de la capital dentro de las Islas Salomón Occidentales. El terremoto y la ola del tsunami han causado un grave daño no solo a los pobladores locales sino también al turismo, una de las principales fuentes de ingresos de la economía nacional. La catedral de Gizo —informan los Salesianos a través de su ONG “Voluntariado Internacional para el Desarrollo” (VIS)— se partió en dos a causa de la onda telúrica mientras que al resto del desastre contribuyo la ola anómala.
En la isla de Gizo el agua ha sido siempre escasa y los pocos campos de cultivo han sido destruidos. La población logra sobrevivir a duras penas y necesita inmediatamente agua, víveres y vestido. También otras islas han sido golpeadas por el terremoto y por el tsunami, como por ejemplo, la isla de Simbo, que se encuentra entre Gizo y Nila, con una población de dos mil personas.
“Mucha gente está ayudando a nivel personal pero es necesario una mayor coordinación”, afirma don Capelli. “Nuestro colegio está ayudando en ese sentido. Después de los primeros auxilios es importante pensar en la reconstrucción, en la recuperación de los campos de cultivo y de las estructuras. En la isla de Simbo, la pequeña aldea de Taparay —la más grande de las cinco existentes— ha sido totalmente destruida, las fuentes de agua han sido contaminadas por el mar e incluso falta el material para reconstruir las cabañas”. Si bien muchos habitantes de la isla se refugiaron en las colinas hay numerosos dispersos. El Salesiano continua: “Nuestro colegio de Honiara, el Don Bosco Technical Isntitute, se ha comprometido a ayudar a la gente de esta isla. Los primeros víveres han sido ya enviados con la primera nave que está sirviendo este trayecto. Lanzamos un llamado a todos los que quieran ayudarnos para enviar a esta isla un cargamento de medicinas, agua, alimentos, vestidos y herramientas para limpiar los campos y también a los que quieran ayudar en la reconstrucción de la normalidad” (PA) (Agencia Fides 11/4/2007 líneas 34 palabras 477)


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