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Manila (Agencia Fides) - Se confirma la pista de la criminalidad común en la muerte del sacerdote católico indonesiano asesinado el 1° de abril en la provincia de Kalinga, al Norte de la isla de Luzón, una de las más grades de Filipinas. El Padre Franciskus Madhu, 30 años, de la Sociedad del Verbo Divino, se preparaba para celebrar la Santa Misa del Domingo de Ramos en la iglesia del pueblo de Lubuagan cuando se le acercaron cuatro hombres, uno de los cuales le disparó seis tiros matándolo con un fusil de guerra M-16.
La policía está tras las huellas del asesino identificado como Nestor Wailan, un campesino de Lubuagan, y de sus cómplices. Según fuentes de la policía, el asesino, ya buscado por otros crímenes, había amenazado al sacerdote pocas horas antes de la emboscada. Al parecer la banda estaba bajo los efectos del alcohol. Con los datos disponibles hasta el momento, dispersos y fragmentarios, el motivo del homicidio no estaría relacionado a las actividades pastorales o misioneras del sacerdote, comprometido en el servicio de la comunidad local desde el 2005. “El homicida es un hombre con problemas personales, buscado por la policía”, explicó P. Antonio Pernia, Superior General de los Misioneros Verbitas.
P. Franciskus había nacido en 1976. Emitió los votos perpetuos en la Sociedad del Verbo Divino en el 2003 y había sido ordenado sacerdote en el 2004. Prestaba sus servicios en la misión de Lubuagan, en la provincia montañosa de Kalinga. Sus parroquianos y hermanos de comunidad lo recuerdan como una persona amable, siempre disponible y solidaria con las necesidades del prójimo, activo y locuaz. (PA) (Agencia Fides 3/4/2007 líneas 22 palabras 282)
