AFRICA/ANGOLA - La Esperanza cristiana de la Resurrección ilumina el aniversario de los 5 años de la paz angoleña. Iglesias llenas de fieles a pesar de las dificultades para llegar a ellas

martes, 3 abril 2007

Luanda (Agencia Fides)- “La viva participación de los fieles en el Domingo de Ramos es un signo de que la población encuentra refugio y fuerza en la fe de la Iglesia, portadora de esperanza” afirman a la Agencia Fides fuentes de la Iglesia local de Luanda, capital de Angola. “Los ritos de la Semana Santa son muy frecuentados por la población a pesar de que mañana, 4 de abril, se celebra la fiesta nacional conmemorando los 5 años de la firma del acuerdo de paz que puso fin a 27 años de guerra civil”.
La paz entre el gobierno angoleño y la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola fue firmada el 4 de abril de 2002 poniendo fin a la terrible guerra civil que asolaba el país desde 1975, a penas lograda la independencia del Portugal.
“De esta forma la conmemoración civil se vive en el contexto de la Esperanza cristiana que nace de la Resurrección” continúan las fuentes de Fides. “Angola tiene necesidad de esta esperanza porque las heridas de la guerra son profundas y difíciles de sanar. La Iglesia continua ofreciendo su aporte a la vida civil y social gracias también a obras como la Universidad católica de Angola que recientemente ha abierto sus puertas”.
Nuestras fuentes describen como los fieles angoleños se están preparando para la Pascua: “Las iglesias están llenas de gente que piden acceder al sacramento de la Reconciliación y los sacerdotes tienen dificultades para poder atender a todos. La Iglesia angoleña, como en el resto de África, se sostiene gracias a los catequistas de la Palabra pero los sacramentos tienen que ser administrados por los sacerdotes que a pesar de las vocaciones que están surgiendo no se dan abasto”.
“El hecho de que las iglesias estén tan llenas es aún más significativo si se piensa en las dificultades que encuentran los fieles para llegar a los lugares de culto, especialmente en los “barrio”, los barrios de las periferias, a causa del tráfico que se ha vuelto caótico en los últimos años. La paz ha traído un poco de bienestar superficial que se expresa sobre todo en el afán por comprar bienes como los automóviles. Pero la mayor parte de la población vive todavía en la indigencia. Y es en esas situaciones donde la Iglesia tiene el deber de anunciar la Esperanza cristiana a tantas personas que no tienen nada” concluyen nuestras fuentes. (L.M.) (Agencia Fides 3/4/2007 líneas 30 palabras 432)


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