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Jartum (Agencia Fides) - “Los católicos de Jartum desfilaron en procesión por el Domingo de Ramos. Los fieles eran numerosos y han dado prueba de un fuerte sentimiento religioso”, dice a la Agencia Fides el P. Luigi Cagnolini, Provincial de los Combonianos en Jartum, capital de Sudán. “La procesión por las calles de la ciudad permitió que también los demás sudaneses conocieran la presencia cristiana en Jartum, que es ya una realidad importante”.
“Este año la Pascua católica coincide con la ortodoxa, haciendo sentir más cercanas a las dos principales comunidades cristianas de Sudán”, subraya el P. Luigi. “Los católicos de Jartum se preparan para vivir con fe sólida la Semana Santa”, prosiguió el misionario.
“Particularmente sentida es la ceremonia de bendición de los santos óleos, que en nuestra Arquidiócesis se realiza en la tarde del miércoles por una cuestión logística. El momento de mayor participación es sin embargo la Vigilia del Sábado santo, en parte por los bautismos que se realizan, muchos de los cuales son de personas adultas. Este año recibirán el bautismo unas setenta personas, la mayor parte originarias del sur y de los Montes Nuba”.
Por causa de los movimientos poblacionales en Sudán causados por la guerra civil en el sur del país, que se concluyó en el 2004, en los últimos 20 años la comunidad católica del norte de Sudán ha crecido con un ritmo impresionante. “Somos alrededor de dos millones”, dice el P. Luigi. “Hay algunas dificultades para ofrecer un servicio religioso adecuado a todos los fieles; como se dice en el Evangelio, la mies es mucha y los obreros son pocos. Quiero decir que es un problema común un poco en todas las realidades eclesiales en el mundo”.
“Gracias a Dios - subraya el misionero - el clero local está creciendo. Es uno de los efectos paradójicos de la guerra civil: en los últimos años en efecto hemos tenido en el norte de Sudán alrededor de 200 ordenaciones. Se ha creado un sólido núcleo de sacerdotes locales que ofrecen una esperanza para el futuro”.
Siempre mirando al futuro de la comunidad eclesial de Jartum, el P. Luigi subraya que “dos generaciones de sudaneses originarios de las provincias del sur han nacido en la capital. Hablan árabe y no el idioma de sus padres, pero tienen todavía dificultades para integrarse al resto de la ciudadanía. Con todo son ellos el futuro de la comunidad eclesial local”. (L.M.) (Agencia Fides 2/4/2007 líneas 31 palabras 433)
