ASIA/MYANMAR - La junta militar construye una nueva capital: una gran operación de imagen mientras se intensifica la presión sobre las minorías étnicas

sábado, 31 marzo 2007

Yangon (Agencia Fides) - Mostrar el rostro de un país moderno, dinámico, autosuficiente: con este fin la junta militar al poder en Myanmar ha presentado el singular proyecto de la creación de una nueva capital para el estado. La ciudad, llamada Naypyidaw (que significa “Morada de los reyes”), ha sido construida aproximadamente en un año y medio, 460 kilómetros al norte de la actual capital Yangon, y ya la vida comienza a funcionar. Los dependientes públicos han sido obligados a movilizarse de Yangon a la nueva capital, en departamentos en complejos residenciales, incluso cuando faltan en la ciudad actividades económicas y comerciales.
Los militares al poder tienen el propio cuartel general en una fortaleza en la zona oriental de la ciudad, donde se hospeda el general Than Shwe, jefe de la junta militar desde 1992. Presentando la nueva capital, Than Shwe reafirmó la firmeza del país sobre las sanciones de los Estados Unidos y la Unión Europea, prometiendo “eliminar los elementos destructivos internos y externos que impiden la estabilidad y el desarrollo del estado”.
El poder militar en Myanmar no muestra signos de hundimiento. La junta, no obstante el camino llevado hacia las reformas anunciado en el 2003 para instaurar una “democracia disciplinada”, no parece tener en mente elecciones electorales.
En tanto los observadores internacionales denuncian que la presión del ejército sobre minorías étnicas no da señales de reducción. Una alarma lanzada por organizaciones humanitarias y por la tutela de los derechos humanos hace referencia a los refugiados de etnia rohingya, grupo minoritario musulmano que vive en el estado birmano de Arakan, en la parte occidental de Myanmar. Muchos refugiados, buscados por el ejército, han fugado al cercano Bangladesh y viven en condiciones de vida insostenibles. Aumenta también la presión de los militares sobre miembros de la etnia Karen que recientemente, como denuncia la organización Christian Solidarity Worldwide (CSW), han sido víctimas de ataques indiscriminados en el distrito de Papun, en el estado de Karen (Myanmar del Norte), que han causado más de 1.000 refugiados civiles. “La situación en el estado Karen verdaderamente no muestra esperanza”, afirma CSW. (PA) (Agencia Fides 31/3/2007 líneas 28 palabras 369)


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